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La inflación en el Reino Unido se mantuvo estable en el 2 por ciento en junio, ligeramente por encima de las expectativas, mientras el Banco de Inglaterra considera si reducir las tasas de interés de su nivel más alto en 16 años en su próxima reunión.
Los datos anuales sobre precios al consumidor del miércoles, proporcionados por la Oficina de Estadísticas Nacionales, estaban por encima de las previsiones de los analistas del 1.9 por ciento y se mantuvieron en el nivel objetivo del BoE, que alcanzaron en mayo por primera vez en tres años.
Estos datos marcaron la última publicación de este tipo antes del anuncio de tasas del 1 de agosto por parte del Comité de Política Monetaria. El MPC deberá decidir si reduce las tasas de interés desde el actual 5.25 por ciento.
La cifra de inflación más alta de lo esperado surgió horas antes de que el Primer Ministro del Reino Unido, Sir Keir Starmer, entregue el Discurso del Rey, en el que expondrá planes para “quitar los frenos a Gran Bretaña” en un intento por impulsar el crecimiento económico.
Los encargados de fijar las tasas en el BoE están observando atentamente los movimientos en los precios de los servicios, que consideran como un indicador clave de las presiones inflacionarias subyacentes. La inflación de servicios se mantuvo en el 5.7 por ciento en junio, ligeramente por encima de las expectativas de los analistas de una disminución al 5.6 por ciento.
La libra esterlina subió ligeramente después de la publicación, con la libra ganando un 0.1 por ciento hasta alcanzar $1.2982, mientras los traders reaccionaban a la cifra de servicios más fuerte de lo esperado.
Antes de la apertura de los mercados de futuros, los traders estaban divididos de manera equitativa en cuanto a si el BoE llevaría a cabo su primera reducción de tasas de interés de 0.25 puntos porcentuales el 1 de agosto.
La inflación básica, que excluye energía y alimentos, aumentó un 3.5 por ciento en los 12 meses hasta junio de 2024, la misma tasa que en mayo y en línea con las previsiones de los analistas.
El BoE también observará los datos del mercado laboral del Reino Unido que se publicarán el jueves para tener una indicación adicional sobre la fuerza de la economía mientras consideran cuándo reducir las tasas.