La guerra en Ucrania ha suscitado un nuevo debate sobre el papel de vehículos blindados.
A pesar de las grandes pérdidas, la guerra ha demostrado que los tanques y los transportes blindados siguen teniendo un papel.
La guerra ha ilustrado la utilidad y los límites de los vehículos blindados de ruedas en particular.
Se espera que la guerra en Ucrania estimule el interés en los vehículos blindados de ruedas, especialmente en los modelos de ocho ruedas, avivando un debate de larga data sobre las ventajas de los vehículos blindados de orugas frente a los de ruedas y sobre si la armadura de ruedas puede sobrevivir en un combate mecanizado intenso.
El gasto global en vehículos blindados de ocho ruedas se estima en $26 mil millones entre 2022 y 2035, según un informe de mercado de Defense Insights. Eso es considerablemente menos que las estimaciones de $62 mil millones gastados en vehículos blindados de orugas o $84 mil millones gastados en tanques principales durante ese período, pero aún sería una inversión considerable en vehículos que los críticos dicen que son demasiado vulnerables para sobrevivir en el campo de batalla.
Defense Insights señaló varios factores que fomentarán la adquisición de armaduras de ruedas, incluyendo “la creciente importancia de la movilidad estratégica rápida, la demanda de vehículos blindados de C2 [mando y control], y el potencial de plataformas de ocho ruedas para reemplazar tanques medianos/livianos en los mercados africanos/sudamericanos”.
Los vehículos blindados de ruedas siempre han sido una buena opción para algunos usuarios.
Los vehículos de orugas, especialmente los tanques, tienden a ser plataformas pesadas que operan mejor en regiones con puentes y carreteras resistentes, terrenos favorables (preferiblemente no junglas o montañas) y un amplio soporte logístico y de mantenimiento. Y en naciones donde el enfoque militar se centra más en sofocar la oposición interna que en derrotar a invasores extranjeros, un automóvil blindado es tan eficaz como un tanque cuando se trata de intimidar a los manifestantes.
Sin embargo, el conflicto en Ucrania ha puesto de manifiesto una nueva atención sobre el valor de la armadura de ruedas en una guerra mecanizada librada por armas pesadas tradicionales como tanques, artillería y misiles guiados. Las fuerzas ucranianas en particular están utilizando una variedad de vehículos de ruedas, incluyendo vehículos blindados pesados AMX-10RC franceses, vehículos de combate de infantería Stryker estadounidenses y artillería autopropulsada Caesar 155-mm francesa. Tanto Ucrania como Rusia también cuentan con una variedad de vehículos de ruedas de la era soviética, como los transportes blindados BTR.
Los vehículos de ruedas son más ligeros: un AMX-10RC pesa 16 toneladas y un Stryker alrededor de 20 toneladas, en comparación con las 70 toneladas del último M1A2 Abrams. La armadura de ruedas moderna también puede ser bastante sofisticada, capaz de llevar cañones pesados, misiles antitanque y obuses grandes, así como sistemas de protección activa para interceptar misiles antitanque.
Sin embargo, hay una buena razón por la que los tanques y muchos transportes de tropas deben llevar orugas. Pueden llevar armamento más pesado y protección blindada, y las orugas ofrecen una maniobrabilidad superior fuera de la carretera en terrenos que dañarían o atascarían a los vehículos de ruedas.
Los neumáticos también son más vulnerables que las orugas, como han descubierto las tropas ucranianas. La “debilidad” del AMX-10RC “son las ruedas”, dijo un ucraniano tras utilizar el vehículo en combate este verano. “La fragmentación corta todas las ruedas al instante. Afecta a la velocidad, la maniobrabilidad, todas las ventajas de este tanque desaparecen al instante”.
La investigación sugiere que, aunque las ruedas pueden funcionar bien en carreteras o en suelos firmes o arenosos, las orugas pueden rendir mejor en suelos blandos y húmedos.
“En resumen, el argumento de que los vehículos de ruedas pueden igualar la movilidad todoterreno de los vehículos de orugas no tiene fundamento”, escribió Sam Cranny-Evans, un analista británico de defensa y guerra terrestre, a principios de este año. “Una fuerza que estructura sus adquisiciones principalmente en torno a vehículos de ruedas y se encuentra incapaz de desplazarse por el terreno que está defendiendo probablemente será castigada muy rápidamente”.
En la década de 1990, los estudios sugirieron que las ruedas eran mejores para transportar cargas ligeras a largas distancias por carreteras, señaló Cranny-Evans. Para vehículos de más de 50 toneladas, eran mejores las orugas.
La elección entre vehículos de ruedas u orugas depende totalmente del terreno, según Cranny-Evans. En las condiciones adecuadas, con carreteras buenas o en suelos firmes, un vehículo de ruedas podría estar armado y blindado al nivel de un tanque. Pero en terrenos húmedos, ese vehículo está indefenso.
Al final, las tropas en combate llevarán sus vehículos de ruedas y orugas “donde sientan que los necesitan”, escribió Cranny-Evans, lo que hace que el entrenamiento y la instrucción sean vitales tanto para las tropas en los vehículos como para los estrategas que deciden cómo emplearlos.
“Informarles adecuadamente sobre los límites de sus vehículos, desde el conductor hasta los oficiales que lideran operaciones y planifican rutas, les ayudará a evitar comprometerse con escenarios que la tecnología no puede igualar”, escribió Cranny-Evans.
Michael Peck es un escritor de defensa cuyo trabajo ha aparecido en Forbes, Defense News, la revista Foreign Policy y otras publicaciones. Tiene una maestría en ciencias políticas. Síguelo en Twitter y LinkedIn.
Lea el artículo original en Business Insider