Después de que la Cámara pasó un proyecto de ley de gastos para evitar el cierre el viernes, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, muy aliviado, proclamó a los reporteros que el presidente electo Donald Trump “ciertamente estaba feliz con este resultado”.
No ni mucho menos.
En medio del caos en Washington, yo estaba en Palm Beach hablando con personas cercanas al presidente pasado y futuro y llamé a otros confidentes después. Esto me quedó claro: Trump no solo está descontento con el acuerdo de financiación, también está descontento con Johnson.
Está descontento por no haber obtenido el aumento del techo de deuda que dejó claro que quería. Se sintió sorprendido por el acuerdo inicial que Johnson alcanzó con los demócratas. Y, al final, quedó impresionado con todo el proceso caótico, que dejó a la administración entrante cuestionando si Johnson es capaz de manejar una mayoría aún más delgada el próximo año.
“El presidente está molesto, quería que se ocuparan del techo de deuda”, dijo un confidente de Trump, que al igual que otros recibió anonimato para hablar abiertamente sobre Trump y Johnson.