El ejército israelí dijo el jueves que uno de sus generales había actuado correctamente cuando autorizó a un tanque a disparar contra una casa en un pueblo israelí donde combatientes de Hamas mantenían rehenes, probablemente matando al menos a un cautivo y dejando herido a otro, en uno de los episodios más debatidos del ataque liderado por Hamas el 7 de octubre.
La investigación del ejército israelí sobre la masacre en Be’eri, una de las comunidades más golpeadas el 7 de octubre, marca el inicio de un ajuste de cuentas nacional. Es la primera de decenas de investigaciones destinadas a examinar cómo y por qué Israel falló en proteger a sus ciudadanos del devastador asalto de Hamas, aunque críticos y algunos sobrevivientes han planteado dudas sobre la capacidad del ejército para investigar de manera transparente sus propios fallos.
En un comunicado que resumía los resultados de la investigación, el ejército israelí reconoció que había “fallado en su misión” de proteger a Be’eri y detalló una serie de errores, incluyendo desorganización, falta de coordinación entre las fuerzas y tiempos de respuesta lentos.
Pero la investigación elogió las acciones del general de brigada Barak Hiram, quien lideró la lucha en Be’eri, según informó el ejército. El comunicado dijo que la decisión del general Hiram, junto con otros comandantes, de disparar los obuses del tanque contra la casa fue “profesional y responsable” dada la batalla caótica y desafiante.
Al comienzo del tiroteo, los hombres armados de Hamas tenían 14 rehenes vivos en la casa en Be’eri. Solo dos sobrevivieron; el resto fue asesinado en el tiroteo, y la investigación dijo que la mayoría de los rehenes probablemente fueron asesinados por sus captores.