Hace 1 hora
Mark Lowen, corresponsal de la BBC en Italia
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Se alinean en formación militar: un millar de personas, la mayoría vestidas de negro, algunos con tatuajes en el cuero cabelludo rapado.
En el lugar de Milán donde Sergio Ramelli, un estudiante de extrema derecha, fue asesinado hace casi 50 años por antifascistas, un líder llama a su batallón de leales a la atención. Grita “camarada”, o “hermano de armas”, y el nombre de Ramelli, como si estuviera haciendo un llamamiento. Y entonces sucede: brazos derechos rígidos extendidos y levantados, palmas hacia abajo, el saludo fascista en el corazón de la segunda ciudad de Italia, y la multitud responde en nombre del hombre muerto con un rugido: “¡Presente! ¡Presente! ¡Presente!”
Es el 2024, pero esto tiene ecos aterradores de hace un siglo. Aunque puede parecer extraordinario para un forastero – y para mí fue impactante, viéndolo de cerca – no es algo inusual en Italia, donde este tipo de conmemoraciones tienen lugar todos los años.
Multitud hace el saludo fascista en Milán
El gobierno actual de Italia está liderado por el partido Hermanos de Italia, que tiene raíces en el fascismo de la posguerra. Su líder, la primera ministra Giorgia Meloni, ha dicho que su movimiento ha cambiado completamente y está claro que su política no es la de las personas levantando sus brazos en Milán. Pero algunos temen que ella y su partido no se hayan alejado lo suficiente de sus orígenes políticos y que lo que una vez se consideró extremo se esté convirtiendo en algo normal.