La extracción de materiales necesarios para la ‘revolución verde’ pone en riesgo la población de grandes simios

Los elementos de tierras raras tocan prácticamente todos los aspectos de la vida moderna. Elementos y minerales como cobre, litio, níquel y cobalto respaldan la tecnología que puede alimentar la energía limpia, los vehículos eléctricos, las lentes de los telescopios y pantallas de computadora, entre otros. Como se encuentran almacenados en lo profundo de la Tierra, la extracción de estos elementos puede ser dañina desde el punto de vista ecológico.

La demanda de elementos de tierras raras en países de África está impulsando la destrucción de bosques tropicales, ya que en esta región se encuentra más de la mitad del cobalto y cobre del mundo. Ahora, la población de grandes simios del continente se ve más amenazada por la minería de lo que los científicos creían originalmente. Un estudio publicado el 3 de abril en la revista Science Advances estima que cerca de 180,000 gorilas, bonobos y chimpancés están en riesgo.

Explorando África occidental

En la investigación, un equipo internacional de científicos utilizó datos sobre sitios mineros operativos y preoperativos en 17 países africanos y definieron zonas de amortiguamiento de 6,2 millas de ancho para tener en cuenta impactos directos de la minería, como la destrucción del hábitat y la contaminación lumínica y acústica. También definieron zonas de amortiguamiento de 31 millas para los impactos más indirectos relacionados con el aumento de la actividad humana cerca de los sitios mineros, incluyendo nuevas carreteras e infraestructuras para acceder a áreas antes remotas y una mayor presencia humana. Más actividad humana generalmente conlleva más presión sobre los animales y sus entornos debido a un aumento de la caza, la pérdida de hábitat y un mayor riesgo de transmisión de enfermedades.

LEAR  Canadá retrasa el plan para ofrecer muerte asistida a personas con enfermedades mentales.

Zonas de ‘Hábitat Crítico’

El estudio también exploró cómo las áreas mineras se intersectan con áreas que podrían considerarse ‘Hábitat Crítico’. Estas regiones tienen una biodiversidad única y vida vegetal crucial para la supervivencia de una especie. Encontraron un 20 por ciento de superposición entre áreas mineras propuestas y zonas de Hábitat Crítico. Cuando una región es designada de esta manera, se pueden implementar regulaciones ambientales estrictas. Estas regulaciones se aplican especialmente a proyectos mineros que buscan financiamiento de grupos como la Corporación Financiera Internacional (IFC) u otros prestamistas que siguen normas similares.

Qué se puede hacer

En investigaciones futuras, el equipo espera cuantificar los impactos directos e indirectos de las actividades mineras en una gama diferente de países africanos y especies de simios distintas. Actualmente, estos riesgos rara vez se consideran y se mitigan por parte de las empresas mineras. Los autores del estudio también instan a las empresas mineras a evitar sus impactos en los grandes simios y a recopilar más datos para crear una imagen más precisa de dónde viven los simios en relación con dónde podrían llevarse a cabo las actividades mineras.