El ámbito económico del Reino Unido está agotando los lugares donde encontrar buenas noticias, ya que su economía continúa lidiando con la inflación mientras que sus vecinos en Europa dejan atrás los precios en aumento. Ahora es probable que impacte en las perspectivas de crecimiento del país.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) publicó su última previsión para las naciones desarrolladas el jueves, y no fue una lectura agradable para el Reino Unido.
El país fue uno de los pocos que tuvo una rebaja en su perspectiva, ahora se espera que crezca un 0,4% en lugar del 0,7% anteriormente.
Si bien se espera que su economía crezca más rápido que la de Alemania, que se pronostica que se expandirá solo un 0,2% este año, el Reino Unido está perdiendo terreno frente a la Eurozona, que en conjunto se prevé que crezca un 0,7% en 2024.
Es el último dato preocupante para el Reino Unido, que lucha por sacudirse la alta inflación y todavía siente los efectos de un golpe a su reputación debido a la crisis presupuestaria de 2022.
Según Jens Eisenschmidt, economista jefe de Europa en Morgan Stanley, al menos ha llevado a los analistas a encontrar una forma fácil de resumir la situación económica actual del país en aprietos.
“Piensa en Europa, pero todo un poco peor”, es cómo Eisenschmidt describe el estado económico actual del Reino Unido.
Es un sentimiento que se refleja en la última perspectiva de la OCDE, y que tiene a los responsables políticos del país contra las cuerdas.
Se espera que el banco central del Reino Unido, el Banco de Inglaterra, sea más lento que el Banco Central Europeo (BCE) en introducir recortes de tasas de interés para estimular el crecimiento, dice Eisenschmidt.
El Reino Unido está sufriendo de una inflación más persistente que sus pares europeos. Los precios subieron un 2,4% en la Eurozona en abril, mientras que en marzo la tasa de IPC del Reino Unido fue del 3,4%, lo que pone a este último en un camino más rápido hacia los recortes de tasas de interés.
Eisenschmidt dijo que la fuente de esta inflación persistente era motivo de debate. Sin embargo, la culpa podría recaer en una creciente crisis de inactividad laboral en el Reino Unido.
La inactividad económica ha estado aumentando en el país, acelerada por una tendencia creciente de enfermedades a largo plazo y desempleo juvenil.
El país no ha podido beneficiarse de flujos migratorios para compensar un mercado laboral ajustado, a diferencia del mercado común de la Unión Europea.
Como una economía abierta pequeña, el Reino Unido también ha sido más vulnerable que la UE a una fuga de capital tras los impactos en el mercado, como se reflejó en el golpe presupuestario de divisas de septiembre de 2022.
Eisenschmidt dijo que estas presiones dejaron al Reino Unido “más expuesto a la necesidad de disciplina en los hogares” a corto plazo.
El resultado de las elecciones generales en el Reino Unido de este año, cuya fecha está pendiente, es otra variable importante a corto plazo que afecta el destino de la economía.
Poblaciones envejecidas
Una tendencia de flujos del mercado laboral que tienen un impacto desproporcionado en el rendimiento económico es algo a lo que el Reino Unido debería acostumbrarse.
Eisenschmidt dijo que las naciones desarrolladas de Europa comparten una amenaza común de poblaciones envejecidas. A medida que la demografía envejece, se espera que las economías desarrolladas luchen con escasez de mano de obra, exacerbada por la necesidad de mano de obra para cuidar de los ciudadanos mayores.
Cada vez más, como señala Eisenschmidt, los países dependerán más de la inmigración de países más jóvenes para cubrir las brechas en el mercado laboral.
Sin embargo, el Reino Unido ha desarrollado una reputación de mirar hacia adentro en los últimos años. El país votó a favor de salir de la Unión Europea en 2016 en un debate que se centró en gran medida en los niveles de inmigración desde otros lugares de la UE.
Internamente, un tema candente en los últimos meses ha sido el plan controvertido del gobierno de deportar solicitantes de asilo a Ruanda.
A pesar de esto, la inmigración total al Reino Unido ha aumentado consistentemente desde la votación del Brexit. Sin embargo, la migración neta ha disminuido a medida que más personas abandonaron el país después de la votación.
Un punto positivo para el país, sin embargo, es que a pesar de su propia actitud hacia la inmigración, Eisenschmidt dice que el Reino Unido sigue pareciendo uno de los mejores lugares para los residentes extranjeros.
“Una medida clave de éxito a largo plazo o de un declive relativo menor es tu capacidad para atraer migrantes y para incorporarlos en la fuerza laboral.
Yo diría que aquí, desde mi perspectiva, el Reino Unido no lo hace tan mal, simplemente debido al idioma y a las grandes instituciones educativas que tienen un gran valor de marca fuera”.
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