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Los empleadores de Estados Unidos agregaron sorprendentemente 254,000 empleos en septiembre, la última evidencia de que el mercado laboral de EE.UU. sigue siendo lo suficientemente sólido como para respaldar contrataciones constantes y una economía en crecimiento.
La ganancia de empleos del mes pasado aumentó significativamente desde los 159,000 empleos que se agregaron en agosto, y la tasa de desempleo bajó del 4.2% al 4.1%, informó el Departamento de Trabajo el viernes.
Las últimas cifras sugieren que muchas empresas siguen siendo lo suficientemente confiadas como para llenar puestos de trabajo a pesar de la presión continua de las altas tasas de interés. Pocos empleadores están despidiendo trabajadores, aunque muchos se han vuelto más cautelosos al contratar.
En su informe del viernes, el Departamento de Trabajo también revisó al alza su estimación de crecimiento del empleo en julio y agosto en un total combinado de 72,000.
Los aumentos de empleo en septiembre fueron bastante generalizados, lo cual es una señal positiva. Restaurantes y bares agregaron 69,000 empleos. Las compañías de atención médica ganaron 45,000 empleos, las agencias gubernamentales 31,000, los empleadores de asistencia social 27,000 y las empresas de construcción 25,000. Una categoría que incluye servicios profesionales y empresariales sumó 17,000 después de haber perdido empleos durante tres meses seguidos.
Los aumentos salariales promedio también fueron sólidos. Subieron un 0.4% desde agosto, ligeramente menos que el aumento del 0.5% del mes anterior. Medido desde un año antes, los salarios por hora aumentaron un 4%, un poco más que el incremento de 3.9% interanual en agosto.
El progreso de la economía en la contención de la inflación llevó a la Reserva Federal el mes pasado a recortar su tasa de interés de referencia por primera vez en más de cuatro años. La Fed dijo que quería aliviar el costo de pedir prestado para ayudar a fortalecer el mercado laboral.
La resistencia de la economía ha sido un alivio. Los economistas esperaban que la campaña agresiva de la Fed para frenar la inflación —subió las tasas de interés 11 veces en 2022 y 2023— provocara una recesión. No lo hizo. La economía siguió creciendo incluso ante el aumento constante de los costos de endeudamiento para consumidores y empresas.
La mayoría de los economistas dicen que la Fed parece haber logrado el improbable objetivo de un “aterrizaje suave”, en el que las altas tasas de interés ayudan a vencer la inflación sin provocar una recesión; ese objetivo “está ya asegurado”.
La economía está pesando mucho en los votantes a medida que se acerca la elección presidencial del 5 de noviembre. Muchos estadounidenses no están impresionados por la durabilidad del mercado laboral y aún están frustrados por los altos precios, que siguen estando en promedio un 19% por encima de donde estaban en febrero de 2021. Eso fue cuando la inflación comenzó a aumentar mientras la economía se recuperaba con velocidad y fuerza inesperadas de la recesión pandémica, lo que causó graves escaseces de bienes y mano de obra.
El descontento público con la inflación y la economía bajo la presidencia de Joe Biden ha sido una carga política para la vicepresidenta Kamala Harris en su carrera por la Casa Blanca contra el ex presidente Donald Trump.
En toda la economía, sin embargo, la mayoría de los indicadores parecen sólidos. La economía de EE.UU., la más grande del mundo, creció a un vigoroso ritmo anual del 3% de abril a junio, impulsada por el gasto de los consumidores y la inversión empresarial. Una herramienta de pronóstico del Banco de la Reserva Federal de Atlanta apunta a un crecimiento anual más lento pero aún saludable del 2.5% en el trimestre de julio a septiembre que acaba de terminar.
El Instituto de Gestión de Suministros, una asociación de gerentes de compras, informó que las empresas de servicios de Estados Unidos crecieron por tercer mes consecutivo en septiembre y a un ritmo inesperadamente rápido. El sector de servicios de la economía se observa de cerca porque representa más del 70% de los empleos de EE.UU.
El mes pasado, las familias de la nación aumentaron sus gastos en minoristas. Y a pesar de que la contratación se ha ralentizado, los estadounidenses están disfrutando de una seguridad laboral inusual. Los despidos están cerca de un mínimo histórico como porcentaje del empleo. El número de personas que solicitan beneficios por desempleo también sigue cerca de niveles históricamente bajos.
Las empresas parecen generalmente reacias a despedir trabajadores, a pesar de que algunas también son renuentes a ampliar sus plantillas. Esa dinámica inusual puede deberse a que muchos empleadores se vieron sorprendidos y faltos de personal después de que la economía comenzó a recuperarse de la recesión pandémica.
Las ofertas de trabajo publicadas también han disminuido constantemente, a 8 millones en agosto, después de haber alcanzado un pico de 12.2 millones en marzo de 2022.
Los trabajadores han notado el ambiente más frío para los buscadores de empleo. Muchos menos se sienten lo suficientemente seguros como para abandonar sus empleos en busca de un puesto mejor. El número de estadounidenses que renuncian a sus empleos ha alcanzado su nivel más bajo desde agosto de 2020, cuando la economía todavía se estaba recuperando de la COVID.
Dos años y medio de altas tasas de interés, al parecer, han pasado factura al mercado laboral. Pero podría estar llegando un alivio.
La Fed recortó el mes pasado su tasa de interés de referencia en un importante punto y medio porcentual —su primer y mayor recorte de tasas desde la recesión de 2020. El banco central dijo que estaba alentado por el progreso en su lucha contra la inflación. Los precios al consumidor aumentaron un 2.5% interanual en agosto, apenas por encima del objetivo de inflación del 2% de la Fed y muy por debajo del pico interanual de 9.1% en junio de 2022.
La atención de la Fed se trasladó a apoyar el mercado laboral a medida que la contratación se desaceleraba este verano y el desempleo aumentaba, aunque seguía siendo relativamente bajo. El banco central ha señalado que espera recortar su tasa clave dos veces más este año —probablemente en modestos puntos y medio— y cuatro veces adicionales en 2025.
La expectativa de menores costos de endeudamiento podría alentar a los empleadores a acelerar el ritmo de contratación.
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