La “Diplomacia del Orangután” de Malasia provoca críticas por presunta hipocresía.

Malasia está considerando regalar orangutanes a países extranjeros que compran su aceite de palma, una estrategia denominada “diplomacia de orangutanes”. El plan refleja la famosa “diplomacia del panda” de China, pero algunos lo ven como poco sincero. En cambio, los conservacionistas instan a Malasia a centrarse en abordar la deforestación y la producción sostenible de aceite de palma. La industria del aceite de palma ha sido culpada por la deforestación en el sudeste asiático, destruyendo los hábitats de los orangutanes. El ministro de Plantaciones y Commodities de Malasia, Johari Abdul Ghani, anunció la “diplomacia de orangutanes” durante el Foro de Biodiversidad de 2024 en Pahang el 7 de mayo. En una publicación, el funcionario dijo que regalar orangutanes a socios comerciales como la UE, China e India demostraría que Malasia está comprometida con la conservación de la biodiversidad. Ghani comparó el plan con la diplomacia del panda de China, pero ofreció pocos detalles sobre cómo funcionaría. Los críticos sugirieron rápidamente que la diplomacia de orangutanes parece centrarse únicamente en las relaciones públicas. El grupo ambiental WWF Malasia cree que abordar la deforestación es clave y que los orangutanes están mejor protegidos en su hábitat natural. El orangután de Borneo y el orangután de Sumatra están ambos en la lista de especies en peligro por el WWF. Hace unos 100 años, había alrededor de 230,000 orangutanes, ahora la especie de Borneo está alrededor de 104,700 (en peligro) y la especie de Sumatra alrededor de 7,500 (en peligro crítico). Una tercera especie en peligro crítico, el orangután de Tapanuli, fue descubierta en 2017 con solo alrededor de 800 individuos restantes.

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