Desde su fundación en 2010 por el chef José Andrés después de un devastador terremoto en Haití, el grupo de ayuda World Central Kitchen ha acudido a algunos de los desastres, crisis y conflictos más grandes del mundo, con el objetivo de hacer lo que los chefs hacen mejor: alimentar a la gente.
El grupo sin fines de lucro se asocia con proveedores locales de alimentos, gobiernos y restauradores para escalar rápidamente y proveer comidas a las personas necesitadas. La semana pasada, en una actualización de su trabajo en Gaza, la organización dijo que la devastación y la necesidad allí eran “las más graves que hemos visto o experimentado en nuestros 15 años de historia”.
El martes, el grupo dijo que pausaría sus operaciones en Gaza y la región después de que siete de sus trabajadores murieran en un ataque aéreo. La organización dijo que el ataque fue perpetrado por el ejército israelí.
La suspensión privará a la cada vez más hambrienta población de Gaza de un flujo de ayuda humanitaria alimentaria, en un momento en el que prácticamente cada fuente de provisiones es crítica para evitar lo que los expertos han estado advirtiendo desde hace semanas es una inminente hambruna.
El grupo dice que opera 68 “cocinas comunitarias” en Gaza, y ha enviado más de 1,700 camiones cargados con alimentos y equipamiento de cocina en cerca de seis meses de guerra.
World Central Kitchen es un proveedor de ayuda relativamente nuevo en Gaza, donde las personas han dependido en gran medida de la asistencia humanitaria durante décadas debido a un prolongado bloqueo israelí. Sin embargo, el grupo ha llamado la atención por sus movimientos audaces. En marzo, se convirtió en la primera entidad en entregar ayuda por mar al enclave en casi dos décadas al construir un muelle improvisado elaborado con escombros.
El primer barco de ayuda que llegó a mediados de marzo entregó 200 toneladas de arroz, harina y lentejas, así como latas de atún, pollo y carne de res, según el grupo. Un segundo envío más grande con el doble de ayuda estaba programado para llegar en los próximos días, después de partir de Chipre el sábado.
Después de que la primera entrega fue descargada del barco, fue distribuida en Gaza en camiones, según el grupo, que dijo que coordinaba sus esfuerzos con el ejército israelí. Los trabajadores fallecidos el lunes salían de un almacén de ayuda en el centro de Gaza, dijo el grupo.
“La distribución es el talón de Aquiles de cualquier respuesta a un desastre”, escribió el Sr. Andrés en 2020 en un artículo de opinión para The New York Times sobre la respuesta a la pandemia de coronavirus.
Las iniciativas para enviar ayuda a Gaza a través de su costa mediterránea surgieron de las frustraciones entre las agencias de ayuda de que los suministros por tierra estaban siendo retenidos por inspecciones israelíes en los cruces fronterizos. World Central Kitchen ha dicho que un promedio de 10 de sus camiones estaban siendo permitidos entrar a Gaza de los casi 20 que enviaba diariamente a un cruce en Rafah, en el sur de Gaza, y que en algunos días, ninguno lograba pasar.
La organización sin fines de lucro ha crecido rápidamente en los últimos años, con más de $500 millones en contribuciones y subvenciones en 2022, un aumento de cuatro veces respecto al año anterior, los años más recientes para los que hay cifras disponibles. Hasta 2022, la organización dijo que tenía 94 empleados.
Suministró alimentos en Puerto Rico en los días posteriores al paso del huracán María, envió voluntarios a Marruecos afectado por un terremoto y distribuyó comidas en Ucrania en medio de la invasión rusa.
En Ucrania, un restaurante operado por World Central Kitchen en Kharkiv, cerca de la frontera del país con Rusia, fue alcanzado por un misil menos de dos meses en la guerra, hiriendo a cuatro miembros del personal, según el director ejecutivo del grupo en ese momento.