El ex ministro de finanzas británico Rishi Sunak ganó la mayoría de los votos en la segunda ronda de votación.
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LONDRES — Después de 14 años en el poder, el Partido Conservador gobernante del Reino Unido parece estar al borde de una derrota electoral trascendental en la votación del 4 de julio.
En los últimos días previos a las elecciones, el primer ministro Rishi Sunak ha tratado de mantener una cara valiente ante el pobre desempeño de su partido en las encuestas — las cuales apuntan a una enorme victoria del rival Partido Laborista — al decir que el resultado no era un “hecho consumado”.
Si bien habrá un ajuste de cuentas después de las elecciones y una seria reflexión sobre dónde se equivocaron las cosas, los analistas políticos tienden a estar de acuerdo en que no había mucho que Sunak pudiera haber hecho para reparar el grave daño causado por líderes anteriores en los últimos años.
John Curtice, uno de los expertos en encuestas más respetados del Reino Unido, atribuyó la decadencia del partido a dos eventos irreparablemente dañinos en años recientes.
“Esta no es una elección sobre la posición ideológica de los partidos, es una elección sobre la competencia”, dijo Curtice a CNBC antes de la votación.
“La razón por la que estamos donde estamos es porque los Conservadores recibieron una mala mano, pero la jugaron mal”.
Curtice señaló que ‘Partygate’, la revelación de que funcionarios gubernamentales rompieron las reglas de reuniones sociales durante la pandemia de Covid-19, y el breve gobierno de Liz Truss en 2022, cuyas políticas económicas fallidas causaron pánico en los mercados, fueron el origen de la caída del partido.
“Estos son los dos eventos definitorios [de la elección], y todo lo demás es variación y adornos”, señaló Curtice, profesor de política en la Universidad de Strathclyde e investigador principal en el Centro Nacional de Investigación Social.
“Ningún gobierno que haya presidido una crisis en los mercados ha sobrevivido en las urnas. Es una sentencia de muerte”, agregó.
“Y mientras tanto, en este caso, tienes un gobierno que despidió no a uno, sino a dos primeros ministros y uno de ellos [Boris Johnson] fue debido a su relación engañosa con la verdad, algo que el Partido Conservador nunca ha estado dispuesto a reconocer”.
Escándalos y mala gestión
‘Partygate’ fue el nombre dado al escándalo que estalló cuando se reveló que funcionarios gubernamentales, incluido el entonces primer ministro Boris Johnson, habían asistido a fiestas y reuniones que rompían el confinamiento en residencias privadas y lugares de trabajo durante la pandemia de Covid-19.
Johnson resistió las llamadas a dimitir antes de hacerlo finalmente en junio de 2022. Una investigación concluyó más tarde que Johnson había engañado deliberadamente al parlamento sobre las fiestas de confinamiento, aunque el ex primer ministro lo negó vehementemente. Sunak evitó responder si estaba de acuerdo con los hallazgos.
Johnson fue reemplazado por Liz Truss, quien, junto con su entonces canciller Kwasi Kwarteng, provocó un colapso en los mercados al anunciar un presupuesto radical de recortes fiscales que perturbó los mercados de bonos e hizo caer la libra esterlina.
Un periódico sensacionalista británico transmitió en vivo una lechuga iceberg junto a una fotografía enmarcada de Truss, preguntando cuál tendría una vida útil más larga. La lechuga ganó cuando Truss renunció