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La ayuda a Gaza sigue cerca de mínimos históricos un mes después de que Estados Unidos dijera que no detendría las transferencias de armas a Israel porque había visto “cierto progreso” en facilitar la llegada de ayuda humanitaria a la asolada franja.
Washington dijo en ese momento que esperaba que Israel mejorara aún más las condiciones para los palestinos en la sitiada franja. Pero funcionarios humanitarios dicen que las condiciones han empeorado, ya que el saqueo casi estranguló los suministros desde el punto principal de acceso de ayuda y las fuerzas israelíes mataron a palestinos que custodiaban los convoyes contra el robo.
Cerca de 1.700 camiones entraron en la franja en el mes hasta el 12 de diciembre, según datos de la ONU, poco más de 100 más que en el mes anterior, cuando las entregas de ayuda alcanzaron su punto más bajo desde el inicio de la guerra de Israel con Hamás.
“Llegamos al punto en el que éramos afortunados si conseguíamos media carga”, dijo Louise Wateridge, Oficial de Emergencias Senior de la UNRWA en Gaza. “Las personas no pueden tener un día en el que simplemente saben: mi familia podrá comer”.
El centro y el sur de Gaza, donde ahora viven la mayoría de los residentes, han enfrentado una creciente hambre. Las panaderías han sido tomadas por palestinos desesperados, e incluso algunos han sido aplastados hasta la muerte. Tres personas murieron asfixiadas en un incidente el 29 de noviembre en una cola de comida en el centro de Gaza.
La harina es tan escasa que un saco cuesta $162, según un informe conjunto de más de una docena de grupos de ayuda, incluidos Save the Children y el Comité Internacional de Rescate, publicado el 13 de diciembre.
El 13 de octubre, los secretarios de estado y defensa de Estados Unidos escribieron al gobierno israelí, que controla todos los cruces hacia Gaza, dándole 30 días para “aumentar todas las formas de asistencia humanitaria” en la franja y “poner fin al aislamiento del norte de Gaza” de inmediato, advirtiendo que la ayuda militar podría estar en riesgo si las condiciones no mejoraban.
Un mes después, Estados Unidos dijo que no retendría la ayuda militar, diciendo que había visto “cierto progreso”, a pesar de las advertencias de los grupos de ayuda de que las condiciones habían empeorado.
La mayor parte de la poca comida que entra en la franja es robada porque Israel solo permite que los camiones de ayuda sigan rutas donde el saqueo por bandas organizadas es rampante, dijeron los trabajadores de ayuda.
Mientras tanto, Israel niega regularmente o retrasa el acceso a las misiones humanitarias en Gaza, con todos los intentos de la ONU de entregar ayuda al sitiado norte entre el 13 de noviembre y el 10 de diciembre negados o impedidos, según el informe.
Estados Unidos señaló la apertura del cruce de Kissufim hacia el centro de Gaza como un signo de mejora, pero solo 67 camiones han entrado desde allí en el último mes. El saqueo también ha impedido las entregas allí.
“No es suficiente que Israel deje caer la ayuda en la frontera y abra una puerta. Deben abrir todas las rutas terrestres simultáneamente y asegurar protección para una respuesta de ayuda sin restricciones dentro de Gaza también”, dijo Bushra Khalidi, líder de política de Oxfam.
La UNRWA pausó las transferencias de ayuda desde Kerem Shalom, el principal punto de entrada de ayuda humanitaria en el sur y centro de la franja, el 1 de diciembre después de que el saqueo hiciera imposible trabajar allí. El PMA ya había suspendido las recogidas en el cruce.
Un alto funcionario de la ONU le dijo al Financial Times que la presión posterior de Estados Unidos pudo haber llevado a Israel a permitir a las organizaciones tomar una ruta alternativa dentro de Gaza desde Kerem Shalom.
Durante dos días, los convoyes de ayuda en la ruta alternativa llegaron a sus destinos con un éxito casi sin precedentes, dijeron cuatro altos funcionarios humanitarios y un informante de transporte palestino.
Un convoy de más de 100 camiones llegó a su destino sin que se saqueara ninguno el miércoles por la noche después de que los miembros de la comunidad se alinearan en las calles para proteger la ayuda de los ladrones, dijeron.
Pero al día siguiente, justo antes de que saliera un tercer convoy, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra palestinos que planeaban proteger los camiones, dijeron los cuatro funcionarios humanitarios y el informante de transporte palestino.
Al menos 20 personas murieron, según dos trabajadores de ayuda. Solo uno de los más de 70 camiones en el convoy logró llegar, mientras que el resto fue saqueado.
Ante preguntas sobre el incidente, las FDI dijeron que habían llevado a cabo ataques contra operativos de Hamás que planeaban robar los camiones de ayuda.
Dijeron: “Las FDI continúan operando de manera precisa contra la organización terrorista de Hamás y toman todas las medidas para mitigar el daño a civiles no involucrados, y . . . seguirán actuando de acuerdo con el derecho internacional para permitir y facilitar la transferencia de ayuda humanitaria a los residentes de la Franja de Gaza”.
El organismo militar israelí responsable de asuntos humanitarios en Gaza, conocido como Cogat, no respondió a preguntas sobre ayuda humanitaria y saqueo.
Israel lanzó su ofensiva en Gaza en respuesta al ataque de Hamás el 7 de octubre, durante el cual los militantes mataron a 1.200 personas, según funcionarios israelíes, y tomaron 250 rehenes. Casi 45.000 palestinos han muerto en la campaña de Israel, según el ministerio de salud en Gaza.
Khalidi dijo de los trabajadores de Oxfam: “Incluso nuestro propio personal depende de la ayuda humanitaria. Mi cuñado les dice a los niños que no jueguen ni corran para que no se maren porque solo están teniendo una comida al día.”
Visualización de datos por Aditi Bhandari
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