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El Tribunal Constitucional de Turquía ha anulado parte de un decreto firmado por el presidente Recep Tayyip Erdoğan que le autorizaba a destituir a los gobernadores del banco central, un poder que ha ejercido cinco veces en los últimos cinco años mientras busca un mayor control sobre la economía.
El tribunal superior del país encontró el martes que partes de una amplia orden ejecutiva que incluía el derecho del presidente a reducir los mandatos de los gobernadores y subgobernadores del banco violaban la constitución.
El fallo fue en respuesta a una demanda presentada por el principal partido de la oposición en 2018, cuando se emitió el decreto. Los jueces escribieron que tal autoridad presidencial requería legislación.
La decisión puede abordar las preocupaciones de los inversores extranjeros que desconfían de las intervenciones de Erdoğan en el banco central, donde ha despedido a los responsables de política monetaria por no bajar las tasas de interés lo suficientemente rápido.
Sin embargo, desde el año pasado, ha cambiado de rumbo, prometiendo “políticas racionales” para combatir la inflación turca. El país tiene una de las tasas más altas del mundo, situándose en un 75 por ciento anual en mayo.
El cambio más reciente en el banco fue en febrero, cuando Hafize Gaye Erkan, la primera gobernadora mujer del banco, que aumentó las tasas de interés en un total de 36.5 puntos porcentuales, fue destituida por Erdoğan después de ocho meses en el cargo tras informes de prensa que decían que había abusado de su cargo, algo que ella negó.
Su sucesor se comprometió a mantener el enfoque en la desaceleración de la inflación y ha aumentado la tasa de interés de política en otros cinco puntos al 50 por ciento.
El fallo del tribunal constitucional es un raro desafío a la autoridad presidencial en Turquía, donde Erdoğan, ahora en su tercera década en el poder, ha consolidado el control sobre las instituciones estatales, incluida la judicatura. Él nombra a la mayoría de los jueces del tribunal constitucional.
El presidente no mencionó la decisión en un discurso después de una reunión de gabinete el martes. Su asesor Mehmet Uçum más tarde dijo en una publicación en la plataforma de redes sociales X que la anulación no se refería “al contenido” de la regla, sino a cómo se había adoptado. “El tribunal constitucional no revocó la autoridad del presidente para designar [o] destituir al gobernador del banco central”, dijo.
El año pasado, Erdoğan criticó el mismo tribunal por ordenar la liberación de un abogado que fue elegido para el parlamento mientras estaba en prisión por actividades políticas, y dijo que una investigación penal contra los jueces debería continuar. El abogado sigue en la cárcel.
Más recientemente, Erdoğan ha prometido una “flexibilización” política después de que su partido en el poder sufriera importantes pérdidas en las elecciones locales de marzo.
Algunos analistas dudaban de que el tribunal constitucional se arriesgara a otro enfrentamiento con Erdoğan.
“Las condiciones que permitirían al tribunal constitucional, u otros tribunales, actuar de forma independiente aún no son aparentes,” dijo Ersin Kalaycıoğlu, académico del Centro de Política de Estambul de la Universidad Sabanci.
“La flexibilización o normalización de la que ha hablado el presidente requeriría un mayor estado de derecho, y esto puede ser un paso en esa dirección.”
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