Un informe de la ONU sobre la agencia de refugiados palestinos UNRWA ha concluido que debe hacer más para mejorar su neutralidad, la evaluación de su personal y su transparencia.
Pero la revisión independiente también dijo que Israel no logró respaldar una afirmación de que muchos de los empleados de la agencia pertenecían a grupos terroristas.
Algunos de los empleados de UNRWA fueron acusados por Israel de estar involucrados en los ataques del 7 de octubre y de pertenecer a Hamas.
Esto llevó a varios países a detener la financiación a la agencia humanitaria.
El nuevo informe dice que Israel aún no ha proporcionado “evidencia de apoyo” para sus acusaciones.
Sin embargo, agrega que los procesos de monitorización de la agencia deben mejorar, y que persisten los problemas relacionados con la neutralidad a pesar de que la organización cuenta con un “sólido marco”.
Las autoridades israelíes han rechazado los hallazgos, afirmando que el informe ignora la gravedad del problema. Dicen que el problema con la agencia no es “el de algunas manzanas podridas: es un árbol podrido y venenoso cuyas raíces son Hamas”.
Israel alegó inicialmente que 12 empleados de la UNRWA participaron en los ataques de Hamas en el sur de Israel, que resultaron en la muerte de 1,200 personas y la toma de alrededor de 250 como rehenes.
La UNRWA despidió a los 10 de esos empleados que seguían con vida y una investigación separada realizada por la Oficina de Supervisión Interna de la ONU sobre esas acusaciones está en curso.
El informe del lunes examina la otra afirmación israelí de que un gran número de empleados de la UNRWA son miembros de grupos terroristas o tienen familiares que lo son.
Israel ha dicho que más de 2,135 empleados de la agencia -de un total de 13,000 en Gaza- son miembros de Hamas o de la Yihad Islámica Palestina, grupos terroristas según Israel, el Reino Unido, EE. UU. y otros países. También ha sugerido que una quinta parte de los administradores de escuelas de la UNRWA son miembros de Hamas.
La UNRWA insiste en que realiza exhaustivas verificaciones de referencia para todo su personal y comparte listas de empleados con todos los Estados anfitriones, incluido Israel. Este nuevo informe dice que Israel aún no ha proporcionado pruebas de respaldo para sus afirmaciones.
Pero no es un respaldo elogioso de la agencia.
Liderado por la ex Ministra de Relaciones Exteriores de Francia Catherine Colonna, y respaldado por tres institutos de investigación europeos, concluye que la UNRWA podría hacer un mejor trabajo en la defensa de los principios humanitarios obligatorios de neutralidad e imparcialidad.
Señala los sistemas de evaluación del personal que podrían mejorarse, pero agrega que para que esto suceda, se necesita una mejor cooperación con e de las autoridades de Israel y Palestina. Israel ya recibe listas de empleados de la UNRWA para sus propios procesos de evaluación de forma regular.
El informe también resalta lo desafiante, e incluso peligroso, que es el entorno de trabajo de la UNRWA.
La violencia es común, las opiniones están polarizadas, y aunque los sistemas de la UNRWA se describen como más rigurosos que muchos otras agencias, el informe sugiere que a menudo se ven obstaculizados por la falta de personal y las preocupaciones de seguridad.
El jefe de la ONU y el jefe de la UNRWA han aceptado las conclusiones del informe en su totalidad y se han comprometido a implementar todas sus recomendaciones.
A pesar de que varios donantes, incluidos Japón, Suecia, Finlandia, Canadá y la UE, han reanudado la financiación a la UNRWA, EE.UU. y el Reino Unido no lo han hecho.
La ONU espera que este informe los aliente a restaurar su apoyo financiero.
Pero algunos donantes pueden querer esperar a la otra investigación de la ONU que específicamente examina las acusaciones de que 12 empleados de la UNRWA realmente participaron en el ataque del 7 de octubre antes de restablecer el financiamiento a una organización que, a pesar de su necesidad de mejora, fue descrita en el informe de hoy como “irremplazable e indispensable para el desarrollo humano y económico de los palestinos”.