La aerolínea estatal de Ruanda rechazó la propuesta del Reino Unido de transportar solicitantes de asilo a Kigali.

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La aerolínea estatal de Rwanda rechazó una propuesta del gobierno del Reino Unido para transportar solicitantes de asilo a Kigali como parte del plan del primer ministro Rishi Sunak de externalizar migrantes porque temía dañar su marca.

RwandAir fue abordada por el gobierno del Reino Unido a fines del año pasado sobre la posibilidad de realizar vuelos de deportación desde Gran Bretaña a Rwanda, pero declinó la oferta debido a preocupaciones sobre el riesgo reputacional, según dos personas informadas sobre la situación.

La aerolínea, que es totalmente propiedad del gobierno de Rwanda, ha ampliado sus operaciones en el Reino Unido durante el último año y comenzará vuelos comerciales diarios desde el aeropuerto de Londres Heathrow a Kigali a partir de finales de este mes.

“RwandAir dijo ‘No’ debido al posible daño a su marca,” dijo una fuente interna del Ministerio del Interior, señalando la “ironía” de que la aerolínea de bandera se distanciara de un esquema en el que el gobierno de Rwanda ha dicho que se enorgullece de participar.

También pusieron en duda la idea de contratar un avión de la Real Fuerza Aérea para transportar solicitantes de asilo, ya que sería “muy caro”.

Sunak ha hecho que “detener las embarcaciones” que cruzan el canal de la Mancha sea una de sus cinco promesas previas a las elecciones para los votantes, y el plan para trasladar migrantes a Rwanda es la piedra angular de su estrategia.

El Tribunal Supremo falló en contra de la política el año pasado y aún no se ha enviado a nadie a Rwanda, pero funcionarios gubernamentales dicen que el esquema actuará como un disuasivo para otras personas que esperan hacer el viaje de Francia al Reino Unido.

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Sunak se reunió con Paul Kagame, presidente de Rwanda, en Downing Street el martes. El Número 10 dijo después que “ambos líderes esperaban vuelos a Rwanda en la primavera”.

Su encuentro se produjo cuando la ONG Freedom from Torture lanzó una campaña para disuadir a otras aerolíneas de participar en deportaciones a Rwanda, describiendo la política como “cruel y equivocada”.