Según informes de Bloomberg, Corea del Norte lanzó múltiples misiles de crucero en aguas de su costa oeste y aparentemente derribó un monumento dedicado a la reunificación con Corea del Sur, lo que refleja un recrudecimiento de la campaña de presión del líder Kim Jong Un contra su vecino.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur dijo que detectó múltiples misiles de crucero disparados alrededor de las 7 a.m. del miércoles y estaba coordinando con su aliado, Estados Unidos, para monitorear cualquier actividad adicional por parte de Corea del Norte. No proporcionó más detalles sobre los lanzamientos, pero la agencia de noticias Yonhap dijo que los misiles parecían ser de mayor alcance y capaces de llevar cabezas nucleares tácticas.
Corea del Norte ha estado intentando desarrollar un arsenal de armas tácticas para un posible uso contra Corea del Sur. Este mes, el régimen de Kim lanzó un misil balístico de alcance intermedio diseñado para golpear bases estadounidenses en Asia en su primer lanzamiento de 2024. Pyongyang también criticó los ejercicios navales conjuntos entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón realizados en aguas internacionales frente a la península.
Corea del Norte dijo que el lanzamiento anterior fue de un misil balístico “hipersónico”, lo que indica que desplegó un vehículo de reentrada que podría contener una ojiva nuclear y maniobrar a altas velocidades. Estados Unidos, Corea del Sur y Japón dijeron que estaban analizando el lanzamiento.
Corea del Norte ha estado en contra de los ejercicios militares conjuntos durante décadas, calificándolos como preludio de una invasión y guerra nuclear. Aunque Corea del Norte está prohibida por resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU de probar misiles balísticos, no enfrenta tales prohibiciones con los misiles de crucero.
Los misiles balísticos vuelan en una trayectoria arqueada a velocidades supersónicas y carecen de propulsión en su descenso. Los misiles de crucero viajan a velocidades subsónicas y pueden volar a baja altitud. Son maniobrables, lo que hace que sean más difíciles de detectar e interceptar.
Kim Jong Un también parece haber demolido un gran monumento en Pyongyang que simbolizaba la esperanza de reunificación después de que el líder comenzara el año al calificar a Corea del Sur como su “enemigo principal”.
El servicio especializado NK News informó el martes por la noche que las imágenes de satélite indican que el Monumento a las Tres Cartas para la Reunificación Nacional parecía haber desaparecido, aunque no estaba claro cuándo ni cómo fue derribado.
Kim calificó al monumento de “terrible” en un discurso al parlamento de Corea del Norte la semana pasada, donde dijo que quería eliminar la idea de la “reunificación pacífica” con Corea del Sur de la constitución.
El monumento fue revelado aproximadamente un año después de que el entonces presidente surcoreano Kim Dae-jung hiciera una visita histórica en el 2000 a Pyongyang para reunirse con Kim Jong Il, el padre del líder actual. La reunión avivó las esperanzas de reconciliación en la península dividida.
El monumento de 30 metros de altura se reveló en el 2001 y se construyó sobre una autopista de “reunificación” que conecta Pyongyang con Corea del Sur. Reflejaba el deseo del fundador del estado, Kim Il Sung, de reunificar el país, según la publicación de propaganda norcoreana Naenara.
El desmantelamiento de Kim Jong Un de los símbolos de la unificación y las oficinas gubernamentales dedicadas a esa tarea ha puesto presión sobre el presidente conservador surcoreano Yoon Suk Yeol, quien ha adoptado una postura dura contra Pyongyang y ha enfurecido al régimen de Kim al aumentar la cooperación militar con Estados Unidos y Japón. Esas acciones incluyen entrenamiento conjunto para contrarrestar las amenazas planteadas por Corea del Norte.
Al criticar duramente las políticas de la administración de Yoon, Kim Jong Un podría estar tratando de influir en las próximas elecciones parlamentarias en Corea del Sur, en las que el campo progresista que abraza los lazos cálidos con Pyongyang busca mantener el control del cuerpo.
Pero los despliegues simbólicos de ira de Kim no se han limitado a los gobiernos conservadores en Seúl. En junio de 2020, el régimen de Kim hizo explotar una oficina de enlace intercoreana en su lado de la frontera construida a un costo de unos 15 millones de dólares por entonces presidente progresista Moon Jae-in, quien presentó la estructura como un símbolo de su acercamiento a Pyongyang.
–Con ayuda de Shinhye Kang.
(Actualización y reelaboración.)
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