Kenia comienza a entregar a sus familiares los cuerpos de 429 miembros de una secta apocalíptica.

Nairobi, Kenia (AP) – El gobierno de Kenia comenzó el martes a entregar a los familiares los cuerpos de 429 miembros de una secta apocalíptica que se encuentra en el centro de un caso legal que ha conmocionado al país.

Los cuerpos exhumados de una vasta zona rural en la costa de Kenia mostraron signos de inanición y estrangulamiento. El líder de la secta, Paul Mackenzie, está acusado de pedir a sus seguidores que se autodestruyeran de hambre para encontrarse con Jesús y ahora enfrenta cargos que incluyen asesinato.

Las autoridades están utilizando pruebas de ADN para identificar cuerpos y sus familias. El martes, los primeros cuerpos fueron entregados a los familiares. Las emociones estaban a flor de piel en la morgue de Malindi mientras las familias recogían a sus seres queridos para volver a enterrarlos. Algunos lloraban, abrumados.

Francis Wanje, un padre que perdió a su hija y otros siete miembros de su familia, señaló un coche fúnebre que llevaba cuatro cuerpos.

“Perdimos a ocho miembros de nuestra familia,” dijo Wanje. “Se suponía que íbamos a recibir cinco, pero nos dijeron que uno de los niños no coincidía con el ADN.

“Así que ahora solo nos han dado cuatro (cuerpos). Así que todavía esperamos que quizás en el futuro vamos a recibir los otros cuatro.”

Mackenzie y docenas de sus asociados fueron acusados en febrero de torturar y asesinar a 191 niños. El juicio comienza el 23 de abril. El ministro del Interior, Kithure Kindiki, ha declarado que el Ministerio de Buenas Nuevas de Mackenzie es un grupo criminal organizado.

Mackenzie está cumpliendo una sentencia de un año de prisión por operar un estudio de cine y producir películas sin una licencia válida.

LEAR  Orden y calma facilitaron la evacuación del avión en llamas de Japan Airlines.

Algunos kenianos indignados han cuestionado cómo las autoridades no notaron signos de las muertes masivas mucho antes.

La Comisión de Derechos Humanos de Kenia dijo la semana pasada que la policía no actuó sobre informes que podrían haber evitado las muertes en la remota zona de Shakahola. Varios informes se habían presentado en comisarías por personas cuyos familiares habían entrado en la zona boscosa.