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Jordan Bardella, jefe del partido francés Rassemblement National, advirtió el lunes que no dudaría en derrocar al gobierno por un presupuesto que el Primer Ministro Michel Barnier ha dicho que es necesario para abordar la deuda del país.
Las negociaciones entre Barnier y el RN para encontrar un compromiso sobre el proyecto de presupuesto se estancaron antes de una votación clave en la Asamblea Nacional esperada más tarde el lunes, aumentando el riesgo de que el gobierno minoritario pueda caer esta semana.
El destino del presupuesto y el de la administración de Barnier siguen en gran medida en manos del RN de extrema derecha de Marine Le Pen, el partido más grande y un bloque de votación clave en la Asamblea Nacional.
“El RN activará el mecanismo para votar la censura a menos que haya un milagro de última hora y Barnier cambie su proyecto de ley entre ahora y las 3 p. m.,” dijo Bardella a la radio RTL el lunes.
“No tengo muchas esperanzas de que lo haga dado cómo nos ha ignorado y despreciado a nosotros [y a nuestras propuestas] en los últimos meses.”
Desde que fue nombrado primer ministro en septiembre, Barnier ha estado apresurando a aprobar un paquete fiscal de 60.000 millones de euros para 2025, que incluye aumentos significativos de impuestos, todo con el objetivo de reducir un déficit que ronda el 6 por ciento de la producción nacional.
Los inversores están cada vez más preocupados de que falle en hacerlo, sumiendo a Francia en una mayor inestabilidad política justo cuando la economía se tambalea.
Los costos de endeudamiento de Francia, que brevemente superaron los de Grecia la semana pasada, aumentaron el lunes temprano, con los rendimientos de los bonos a 10 años subiendo 0,02 puntos porcentuales al 2,91 por ciento. Los rendimientos se mueven de forma inversa a los precios.
La brecha, o spread, sobre los rendimientos de los bonos alemanes – una medida clave de la riesgosidad de los bonos franceses – aumentó a 0,85 puntos porcentuales, después de haber alcanzado un máximo de 12 años de 0,9 puntos la semana pasada.
Las acciones francesas bajaron al inicio de la jornada del lunes, con el índice de referencia Cac 40 cayendo un 0,9 por ciento. El euro se debilitó un 0,6 por ciento a 1,0510 dólares.
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Le Pen ha insistido en que todas las demandas de línea roja del RN deben ser cumplidas si el gobierno quiere evitar una votación de no confianza. El domingo, el ministro de Finanzas Antoine Armand dijo que no se harían más cambios al controvertido proyecto de ley de gastos de seguridad, uno de los tres proyectos de ley que conforman el presupuesto, aunque un portavoz del gobierno dijo el lunes por la mañana que aún estaban “abiertos” a más discusiones con el RN.
Sin mayoría en el parlamento, la elaboración de un presupuesto se ha revelado tortuosa para Barnier, obligándolo a hacer concesiones no solo al RN sino también a los diputados de su propio campo. Esas modificaciones han recortado alrededor de 10.000 millones de euros de ahorros planificados del presupuesto de seguridad social y probablemente pondrán fuera del alcance el objetivo de Barnier de reducir el déficit al 5 por ciento para finales de 2025.
El jueves, Barnier abandonó un aumento planificado de impuestos a la electricidad, una medida ferozmente opuesta por el RN y otros partidos. Pero Le Pen siguió haciendo otras demandas, como eliminar planes para congelar temporalmente las pensiones o reducir los reembolsos por medicamentos y visitas médicas.
Si el gobierno de Barnier fuera derrocado esta semana, sería solo la segunda vez que los legisladores franceses toman una medida así desde que se estableció la Quinta República en 1958. También haría de Barnier el primer ministro con el mandato más corto durante el mismo período.