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El jefe del Servicio de Ombudsman Financiero del Reino Unido renunció inesperadamente el jueves en medio de una importante revisión del sistema de reparación al consumidor en el sector de servicios financieros.
La salida de Abby Thomas, quien ha dirigido el ombudsman desde octubre de 2022, se produce en un momento en que el gobierno está aumentando la presión sobre todos los principales reguladores de Gran Bretaña para aliviar la carga de las reglas sobre las empresas en un esfuerzo por impulsar la economía del país que está en declive.
El ombudsman ha sido criticado por la City de Londres por otorgar compensaciones a clientes que dicen haber sido maltratados por grupos de servicios financieros, lo que según ejecutivos de la industria disuade a los inversores extranjeros del sector.
La canciller Rachel Reeves pidió el año pasado al FOS y a la Autoridad de Conducta Financiera que mejoren la forma en que manejan los “eventos históricos de prácticas del mercado y de reparación masiva” ante el temor de que los bancos puedan tener que pagar miles de millones de libras en reparaciones por acusaciones de ventas incorrectas de financiamiento de vehículos.
El FOS y la FCA detallaron posibles cambios en el sistema de reparación financiera en noviembre, incluida la extensión del tiempo que las empresas tienen para responder a las quejas de los clientes y la reducción del alcance para apelar las decisiones del ombudsman. Una consulta se cerró el pasado viernes, con propuestas que se esperan en la primera mitad de este año.
Thomas ha sido reemplazada de forma interina por su adjunto James Dipple-Johnstone, quien asume el cargo de jefe del ombudsman, con la directora financiera y de riesgos Jenny Simmonds convirtiéndose en directora ejecutiva.
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