En un movimiento rechazado por funcionarios de Israel, el tribunal superior de la ONU ordenó el viernes a Israel que detuviera “inmediatamente” su asalto militar en la ciudad sureña de Rafah en Gaza, diciendo que la situación humanitaria en el territorio palestino era “desastrosa”.
El dictamen leído en voz alta por el juez Nawaf Salam en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya fue en respuesta a una solicitud urgente presentada por Sudáfrica.
Sudáfrica justificó su solicitud a la CIJ argumentando que las medidas anteriores del tribunal en relación con la guerra en Gaza eran inadecuadas.
Israel rechazó el fallo del viernes. “Los cargos de genocidio presentados por Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia en La Haya son falsos, escandalosos y moralmente repugnantes”, dijo el jefe del Consejo de Seguridad Nacional y el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado conjunto.
La declaración afirmó que Israel “continuará sus esfuerzos para permitir la asistencia humanitaria y actuará, en total cumplimiento de la ley, para reducir al mínimo posible el daño causado a la población civil en Gaza”.
El primer ministro Benjamín Netanyahu estaba discutiendo la decisión con ministros clave del gabinete, según informes de medios israelíes.
Sudáfrica ha demandado medidas contra Israel varias veces en procedimientos sumarios. Esto es parte de la demanda por genocidio que el país presentó ante el tribunal en diciembre.
En dos fallos de emergencia, los jueces de la ONU obligaron a Israel a hacer todo lo posible para prevenir el genocidio y permitir la ayuda humanitaria.
El movimiento islamista palestino Hamas acogió con satisfacción el fallo. En un comunicado publicado el viernes, Hamas pidió a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas que ejerzan presión sobre Israel.
Egipto y Jordania también acogieron con satisfacción el fallo de la CIJ y urgieron al Consejo de Seguridad de la ONU a presionar a Israel para que ponga fin a su operación.
La Autoridad Palestina pidió un aumento de la presión internacional sobre Israel tras la decisión de la CIJ.
Sudáfrica también celebró la decisión de la CIJ. El gobernante Congreso Nacional Africano (ANC) calificó la decisión como una confirmación de los principios de justicia, derechos humanos y el Estado de derecho.
Sin embargo, en un eco de las palabras del exlíder sudafricano Nelson Mandela, el presidente Cyril Ramaphosa dijo: “No seremos completamente libres hasta que el pueblo de Palestina sea libre”.