La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas dice que los palestinos detenidos por Israel desde el estallido de la guerra en Gaza pueden haber sido torturados. El informe de la ONU recopiló testimonios de hombres, mujeres y niños que habían sido detenidos, quienes dijeron “que fueron mantenidos en instalaciones en forma de jaula, desnudos durante largos períodos, usando solo pañales”. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, dijo que los testimonios recibidos por su oficina sugerían que las autoridades israelíes podrían haber infligido “actos atroces” a los detenidos, incluyendo “submarino y la liberación de perros”. Muchos han sido detenidos sin cargos, acceso a un abogado y en “condiciones deplorables”, añade el informe. El informe también documenta el sufrimiento que dicen haber padecido los rehenes israelíes mientras estaban en manos de Hamas. Antiguos rehenes dijeron que les privaron de alimentos y agua adecuados durante su cautiverio, y algunos también dijeron que fueron golpeados. Las fuerzas israelíes han detenido a miles de palestinos a lo largo de la guerra en Gaza, en su mayoría de Gaza pero también del territorio ocupado de Cisjordania e Israel mismo. Defensores de los derechos humanos han expresado preocupaciones sobre las instalaciones de detención en las que se encuentran algunos detenidos, tanto denunciantes israelíes como detenidos liberados alegan un trato generalizado a los prisioneros palestinos. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) dice que se le ha negado permiso para visitar las instalaciones donde se encuentran detenidos los prisioneros palestinos. En julio, las autoridades israelíes dijeron que estaban investigando informes de abusos en los centros de detención, pero no dieron detalles. En respuesta a acusaciones anteriores, Israel dijo que la violencia contra los detenidos estaba “absolutamente prohibida” y que regularmente informaba a sus fuerzas sobre la conducta que se les exigía. A principios de esta semana, la policía israelí detuvo a reservistas acusados de maltratar gravemente a un prisionero palestino en la cárcel de Sde Teiman en el sur de Israel. El departamento de Estado de los EE. UU. también había expresado previamente preocupación por las acusaciones de maltrato. Pero el informe de la ONU de hoy contiene los testimonios más extensos, de ex detenidos y familias de los detenidos, de presuntos malos tratos. La guerra en Gaza fue desencadenada por el ataque de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre del año pasado, cuando los militantes del grupo mataron a alrededor de 1,200 israelíes y tomaron como rehenes a 251 más. Israel respondió con una campaña militar de varios meses en Gaza que ha matado a más de 39,000 palestinos, según el ministerio de salud de Gaza dirigido por Hamás. El informe sugiere que miles de palestinos han sido arrestados, algunos de ellos personal médico junto con sus pacientes, otros niños refugiados en escuelas. Se cree que al menos 53 personas han muerto en detención. Los liberados le contaron a los investigadores de derechos humanos de la ONU que fueron vendados, privados de comida, sueño y agua, sometidos a descargas eléctricas y quemados con cigarrillos. Algunas mujeres y hombres también hablaron de violencia sexual y de género. El Sr. Türk dijo que los testimonios en el informe indicaban una “violación flagrante del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario”. Detener a las personas indefinidamente, negarles el acceso a abogados o cualquier contacto con sus familias u organizaciones humanitarias podría, según la ONU, ser considerado como el crimen internacional de desaparición forzada. El informe seguramente enfurecerá al gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que insiste en que sus tropas están cumpliendo con el derecho internacional en Gaza y ha afirmado durante mucho tiempo que la ONU tiene prejuicios contra Israel. El informe de la ONU insta a todas las partes en el conflicto a “poner fin inmediato a todas las formas de detención arbitraria, incluida la retención de rehenes, así como la tortura u otros malos tratos, violación y otras formas de violencia basada en el género, y garantizar la rendición de cuentas por graves violaciones y abusos”.
