El Primer Ministro Benjamín Netanyahu ha prometido que Israel no renunciará al control sobre el Corredor de Filadelfia, un tramo de 14 kilómetros en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto, a pesar de una oleada de dolor y enojo por parte de los manifestantes.
“No nos iremos”, dijo Netanyahu en una conferencia de prensa el lunes, llamando a la presencia militar de Israel una necesidad estratégica y política para Israel.
Pero si el ejército permanece en la zona, entonces un acuerdo sobre un alto el fuego en Gaza y la liberación de los rehenes aún en manos de Hamas probablemente será extremadamente difícil.
Tanto Hamas como Egipto exigen que Israel retire sus tropas.
Netanyahu prosiguió diciendo que Hamas pagaría un “precio muy alto” por las muertes de seis rehenes israelíes cuyos cuerpos fueron descubiertos en un túnel subterráneo en el sur de la Franja de Gaza durante el fin de semana.
Según informes de medios, el Ministerio de Salud de Israel declaró que los rehenes habían sido disparados a corta distancia entre 48 y 72 horas antes de la autopsia.
“Les pido disculpas por no haber logrado traerlos a casa con vida”, añadió un arrepentido Netanyahu.
En varias manifestaciones en Israel el lunes, miles de personas pidieron un acuerdo sobre la liberación de los rehenes.
Acusan a Netanyahu de priorizar el control militar sobre la frontera Gaza-Egipto a expensas de los esfuerzos para liberar a los rehenes israelíes.
El punto principal de controversia en las negociaciones es actualmente la pregunta de cuánto tiempo pueden permanecer las tropas israelíes estacionadas en el Corredor de Filadelfia. El gabinete de seguridad de Israel votó recientemente a favor de mantener el control del corredor.
Israel argumenta que varios túneles de Hamas que permiten el contrabando de armas entre Egipto y Gaza se encuentran debajo del corredor, una afirmación que Egipto ha negado.
“Tus decisiones llevaron a sus muertes”, citó la prensa israelí en el discurso de un hombre cuyo hermano aún está detenido en la Franja de Gaza.
Protestas con varios cientos de participantes también tuvieron lugar cerca de la casa de Netanyahu unas horas después del funeral de un rehén que había sido asesinado.