El lunes fue el día más sangriento en Líbano desde la guerra de 2006 entre Hezbollah e Israel.
Israel lanzó una serie masiva de ataques aéreos esta mañana que hasta ahora han matado a 492 personas según el gobierno libanés y los israelíes están advirtiendo de más ataques por venir.
La guerra se está acelerando rápidamente, un proceso que está siendo impulsado por la magnitud de la ofensiva aérea de Israel.
Están advirtiendo a los civiles que abandonen las áreas que están atacando. El próximo, han dicho, será el Valle de Bekaa en el noreste del Líbano que es un bastión de Hezbollah.
Incluso antes de la escalada actual, más de 100.000 libaneses tuvieron que abandonar sus hogares debido a los ataques israelíes, sin expectativas inmediatas de poder regresar.
Estamos viendo otra gran escalada por parte de los israelíes.
Quizás su cálculo sea que creen que Hezbollah está en una posición tan debilitada en este momento que esta es su oportunidad de infligirle un gran daño y cambiar el panorama estratégico en las colinas y ciudades a ambos lados de la frontera entre Israel y Líbano.
Aunque el conflicto entre Israel y Hezbollah ha estado ocurriendo durante décadas, la guerra actual entre ellos comenzó al día siguiente de los ataques de Hamas el 7 de octubre del año pasado.
Hezbollah inició una campaña limitada pero continua de lanzamiento de cohetes sobre la frontera, intentando atar a las tropas israelíes y dañar la propiedad y las personas israelíes. Alrededor de 60.000 israelíes han sido obligados a evacuar al centro del país. En los últimos días, devolverlos a sus hogares se ha sumado a la lista de objetivos de guerra de Israel.
Estados Unidos y el Reino Unido, y otros aliados -y críticos- de Israel creen que la única esperanza de enfriar esta peligrosa crisis es lograr un alto el fuego en Gaza.
Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, ha dicho que los ataques contra Israel continuarán hasta que haya un alto el fuego en Gaza. Pero parece bastante claro en este punto que ni el líder de Hamas ni el líder de Israel están dispuestos a aceptar el trato que Estados Unidos ha puesto sobre la mesa.
La guerra tiene un apoyo abrumador de los israelíes, aunque el primer ministro Benjamin Netanyahu sigue siendo impopular entre partes significativas del electorado de Israel, a pesar de una mejora en sus calificaciones en las encuestas.
Muchos israelíes también piensan que Netanyahu es un líder espantoso que dice mentiras y ha abandonado a los rehenes en Gaza. Así que es un personaje muy controvertido, pero respaldado en el parlamento por los derechistas que lo apoyan, está políticamente seguro.
Su decisión de ir al ataque es arriesgada.
Aunque Hezbollah está herido, tiene bastantes capacidades para contraatacar. Y por eso, los amigos y enemigos de Israel siguen preparándose para lo peor.