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Por Maya Gebeily y Maayan Lubell
BEIRUT/JERUSALÉN (Reuters) – Israel lanzó ataques contra la capital siria de Damasco y un sitio militar cerca de la ciudad occidental de Homs el jueves, según dijo el ministro de Defensa sirio, mientras el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, recorría la región impulsando un alto el fuego.
Los ataques israelíes apuntaron al barrio central de Damasco de Kafr Sousa y a un sitio militar en el campo de Homs, matando a un soldado e hiriendo a otras siete personas, según informó el ministerio en un comunicado.
El ministerio dijo que los ataques causaron “daños materiales”, pero no dio más detalles. Más temprano en el día, los medios estatales sirios informaron que se escucharon explosiones en Damasco después de que Israel golpeó un edificio residencial en Kafr Sousa.
Por lo general, Israel no comenta sobre informes específicos de ataques en Siria.
Israel ha llevado a cabo ataques contra objetivos vinculados con Irán en Siria durante años, pero ha intensificado los bombardeos desde el ataque del 7 de octubre del año pasado por parte del grupo militante palestino Hamas.
El miércoles, los ataques israelíes golpearon los suburbios del sur de Beirut y Hezbollah, respaldado por Irán, dijo que lanzó misiles guiados de precisión por primera vez contra objetivos israelíes.
Los ataques en las afueras de Beirut enviaron gruesas columnas de llamas disparadas hacia el cielo nocturno una tras otra, poco después de que un portavoz militar israelí emitiera advertencias de evacuación para el barrio.
Otro ataque llegó sin previo aviso, alcanzando la oficina cercana del canal pro-iraní Al-Mayadeen, según informó la estación. Dijo que la oficina estaba vacía desde que comenzó el conflicto. El ministerio de Salud de Líbano dijo que una persona murió y otras cinco, incluido un niño, resultaron heridas.
Hezbollah dijo en un comunicado tarde el miércoles que había intensificado sus ataques contra Israel, utilizando “misiles de precisión” por primera vez y lanzando nuevos tipos de drones contra objetivos israelíes, sin ofrecer más detalles.
El ejército israelí dijo que se identificaron cuatro proyectiles disparados desde Líbano, dos fueron interceptados y dos cayeron al suelo.
Los intercambios de fuego en intensificación llegan en un momento en que Washington hace un último gran esfuerzo por la paz entre Israel y los grupos respaldados por Irán, Hezbollah y Hamas, antes de las elecciones presidenciales de EE.UU. del 5 de noviembre que podrían alterar la política estadounidense.
Blinken, que ha viajado regularmente a Oriente Medio durante la guerra, está haciendo su primer viaje desde que Israel mató al líder de Hamas, Yahya Sinwar, su enemigo más buscado, cuya muerte Washington espera que pueda dar un impulso a la paz.
Washington también tiene como objetivo evitar una ampliación del conflicto en previsión de una posible represalia israelí por un ataque con misiles iraní del 1 de octubre. Blinken dijo que la represalia de Israel no debería llevar a una mayor escalada.
CONFLICTO SE EXTIENDE
Pero el conflicto parece estar expandiéndose, con nuevos ataques alrededor del mediodía del miércoles en Tiro, una ciudad portuaria de Líbano incluida en la lista de la UNESCO, que también llegaron después de órdenes de evacuación israelíes.
Decenas de miles de personas ya han huido de Tiro a medida que Israel intensifica su campaña para destruir a Hezbollah en Líbano y a Hamas en Gaza, ambas cercanas aliadas de su principal enemigo en Oriente Medio, Irán.
El puerto suele estar lleno de actividad, con pescadores, turistas e incluso cascos azules de la ONU en un descanso del despliegue. Las órdenes de evacuación de Israel esta semana abarcaron por primera vez grandes áreas de Tiro, hasta su antiguo castillo.
“Es mejor morir con dignidad que vivir en la calle”, dijo Batoum Zalghout, de 25 años, que huyó de la última zona de evacuación a otra parte de la ciudad. Dijo que ya había sido desplazada con sus dos hijos cinco veces.
El ejército israelí dijo que había apuntado a centros de comando y control de Hezbollah allí, incluida su sede del frente sur. No hubo comentarios inmediatos de Hezbollah.
En Gaza, donde Israel ha intensificado un asalto en el borde norte del territorio desde que mató al líder de Hamas la semana pasada, las autoridades sanitarias y los residentes informaron que 42 personas murieron en nuevos ataques israelíes, la mayoría en el norte.
Entre los muertos estaban Mohammed y Bilal Abu Atwi, un conductor de la agencia de ayuda de la ONU UNRWA y su hermano, asesinados en un ataque que destrozó su vehículo marcado por la ONU en Deir al-Balah.
“Nuestros hijos se han convertido en mártires mientras servían a su comunidad y a la gente”, dijo su padre Marwan en el hospital donde sus cuerpos estaban envueltos en bolsas de plástico blancas.
EE.UU. ha enviado una carta a Israel, dándole 30 días para aumentar el acceso a la ayuda humanitaria en Gaza, que ha visto casi a diario bombardeos, o correr el riesgo de que se recorten algunas ayudas militares de EE.UU.
Al llegar a Líbano para conversaciones sobre el fin de las hostilidades, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo que proporcionar armas a Israel planteaba un dilema.
“Por un lado, Israel es atacado todos los días y no apoyarlo significaría que la gente no está protegida… Por otro lado, también es responsabilidad de Alemania defender el derecho internacional humanitario”
Blinken dijo que ya es hora de que Israel convierta sus victorias militares en un “éxito estratégico duradero”, para traer de vuelta a los rehenes tomados por Hamas y poner fin al conflicto con un claro plan para el posguerra.
Los ataques israelíes en Líbano en el último mes han matado a casi toda la cúpula de Hezbollah, golpes sin precedentes en las cuatro décadas de batallas de Israel contra el grupo.
En el año desde que los combatientes dirigidos por Sinwar arrasaron pueblos israelíes matando a 1,200 personas y capturando a más de 250 rehenes, Israel ha devastado Gaza para eliminar a Hamas, matando a casi 43,000 palestinos. Los ataques del último mes en Líbano han desplazado al menos a 1.2 millones de libaneses.
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