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La Major League Baseball ha lanzado una investigación sobre acusaciones de apuestas ilegales que involucran a un intérprete de uno de los jugadores mejor pagados del deporte profesional, Shohei Ohtani, en un escándalo que ha sacudido a la liga y a una de sus estrellas más marketables.
El miércoles, el Los Angeles Times y ESPN informaron que el intérprete de Ohtani, Ippei Mizuhara, fue despedido por los Los Angeles Dodgers después de presuntamente realizar apuestas con un corredor de apuestas ilegal. Los informes alegaron que Ohtani transfirió pagos por cable por valor de millones de dólares a Mizuhara para cubrir una deuda.
Muchos detalles sobre el caso aún no están claros, incluido el alcance en que Ohtani estaba al tanto de las supuestas apuestas y la naturaleza de las mismas. Aunque las apuestas deportivas son legales en 38 estados de EE. UU. y en el Distrito de Columbia, están prohibidas en California.
En su declaración del viernes, la MLB dijo que la liga había estado “recolectando información” desde que surgieron los informes noticiosos y que “nuestro Departamento de Investigaciones comenzó su proceso formal de investigación del asunto”.
Según las reglas de la MLB, a los jugadores, árbitros, clubes y funcionarios de la liga les está prohibido apostar en juegos de béisbol, con penalidades que van desde suspensión hasta prohibiciones permanentes. Además, cualquier jugador de béisbol u oficial que se haya asociado con un corredor de apuestas ilegal está sujeto a sanciones “según lo considere apropiado el comisionado”.
Un abogado que representa a Ohtani no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
El escándalo es un gran revés para la MLB, cuya temporada 2024 comenzó esta semana con Ohtani y los Dodgers jugando sus primeros partidos en Seúl, Corea del Sur, como parte de un impulso más amplio para expandir la popularidad de la liga en Asia, presentando a la estrella más prominente del béisbol, que es originaria de Japón.
También es un desarrollo impactante para Ohtani, un talento de béisbol único en un siglo cuya destreza en el lanzamiento y bateo le ha valido comparaciones con Babe Ruth, y quien en diciembre firmó el contrato más lucrativo en la historia del deporte profesional moderno por valor de $700 millones durante 10 años. La gran mayoría de su valor, alrededor de $680 millones, será diferida hasta después de su carrera deportiva, una decisión que los Dodgers dijeron en ese momento fue idea de Ohtani.
El presunto escándalo de apuestas es uno de los primeros grandes controversias en las apuestas deportivas en EE. UU. desde que una prohibición federal sobre la práctica fue anulada por la Corte Suprema en 2018. Desde entonces, las empresas de apuestas han proliferado y grandes compañías de medios como Disney y ligas deportivas se han aliado con operadores de apuestas a través de acuerdos de marketing.
El martes, Tyrese Haliburton, un jugador All-Star de la Asociación Nacional de Baloncesto de los Pacers de Indiana, dijo que trabaja con un psicólogo deportivo en parte porque la proliferación de apuestas deportivas ha tergiversado su papel en el baloncesto profesional.
“Para la mitad del mundo, solo los estoy haciendo ganar dinero en DraftKings”, dijo, haciendo referencia a una aplicación de apuestas popular. “Soy solo un accesorio”.
El miércoles, el entrenador de los Cleveland Cavaliers de la NBA dijo que había recibido amenazas de apostadores que encontraron su número de teléfono y lo han intimidado.
“Trae una distracción al juego que puede ser difícil para los jugadores, entrenadores, árbitros, todos los involucrados”, dijo JB Bickerstaff a los reporteros. “Y creo que realmente tenemos que tener cuidado con qué tan cerca lo dejamos llegar al juego y la seguridad de las personas involucradas en él”, agregó el entrenador de los Cavaliers.
El año pasado, cada una de las ligas deportivas profesionales y universitarias de América del Norte, así como Fox y NBCUniversal de Comcast, formaron una coalición para fomentar el juego responsable entre el público.