Investigación de observadores internacionales encuentra que el Estado Islámico utilizó gas mostaza en ataque en Siria en 2015.

LA HAYA, Países Bajos (AP) — Un equipo internacional de investigación dijo el jueves que su investigación sobre un ataque en Siria en 2015 encontró “motivos razonables para creer” que el grupo Estado Islámico usó gas mostaza, el hallazgo más reciente de uso de gas venenoso y agentes nerviosos en la guerra civil en curso en Siria.

El informe del equipo de Investigación e Identificación de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas encontró que el gas mostaza, también conocido como gas de azufre, fue utilizado en ataques el 1 de septiembre de 2015, mientras Estado Islámico atacaba la ciudad de Marea.

La investigación “estableció que la carga química fue desplegada por artillería desde áreas bajo el control de ISIL, y que ninguna entidad que no fuera ISIL poseía los medios, motivos y capacidades para desplegar gas mostaza como parte de un ataque en Marea”, dijo su informe, haciendo referencia a Estado Islámico en Irak y el Levante.

“Este es un recordatorio vívido para la comunidad internacional de que actores no estatales como ISIL han desarrollado la capacidad y la voluntad de usar armas químicas”, dijo el Director General de la OPCW, Embajador Fernando Arias. “Esto enfatiza el papel fundamental y la experiencia de la OPCW en abordar tales amenazas. Los hechos ahora son conocidos; depende de la comunidad internacional tomar medidas, tanto en la OPCW como más allá”.

El informe dijo que 11 personas “experimentaron síntomas consistentes con la exposición al gas mostaza”.

Informes anteriores del equipo han responsabilizado a las fuerzas del gobierno sirio por el uso de armas químicas cinco veces en tres ciudades diferentes en Siria en 2017 y 2018. Siria niega el uso de armas químicas.

LEAR  Vecino le dice a la BBC que vio a Rebecca Cheptegei corriendo hacia él en llamas después del ataque.

El equipo se estableció en 2018 para reemplazar al Mecanismo de Investigación Conjunta de la ONU-OPCW, que fue disuelto cuando Rusia vetó una resolución para extender su mandato en 2017.

Los inspectores del Mecanismo de Investigación Conjunta determinaron que el gobierno del presidente sirio Bashar Assad estuvo detrás de al menos tres ataques con gas cloro y que el grupo extremista Estado Islámico fue responsable de al menos uno con gas mostaza.