Las preparaciones para el Campeonato de las Seis Naciones comenzaron antes de lo habitual este año, ya que jugadores estrella asistieron al lujoso estreno en Londres de la serie debut de la competencia en la plataforma de streaming Netflix.
También estuvo presente Nick Clarry, el socio gerente responsable de las inversiones deportivas de CVC Capital Partners, incluido el Seis Naciones, el torneo anual que enfrenta a los mejores equipos nacionales de Europa y que concluye en Lyon este fin de semana.
Full Contact, que ha sido renovada para una segunda temporada, es uno de los signos más visibles de que los inversores de capital privado en el rugby están comenzando a dejar su huella en la forma en que opera y se promociona el juego.
A medida que el rugby comienza a mirar más allá de un período de turbulencia financiera causado por la pandemia, los inversores y ejecutivos del juego ahora están cambiando el enfoque hacia cómo cambios más fundamentales podrían ayudar a que crezca y conquiste a los jóvenes aficionados.
“El rugby ha sido brillante compitiendo consigo mismo durante mucho tiempo, pero estamos superando eso”, dijo Tom Harrison, director ejecutivo de Six Nations Rugby y exjugador de críquet profesional, sobre la estructura fragmentada del deporte. “Estamos pensando en la salud del juego como un colectivo. Y eso es algo enormemente importante.”
Además de la incursión en la transmisión por streaming, el Seis Naciones ha adoptado tardíamente cambios que otros deportes implementaron hace tiempo. Este año marcó la primera vez que cada jugador ha tenido su nombre en la parte posterior de su camiseta, un movimiento que la Premier League inglesa adoptó hace más de 30 años.
Al invertir en todo el juego, CVC está en una posición privilegiada para darle forma. El torneo ya no se superpone con la liga de clubes doméstica de Inglaterra. La Premiership, en la que CVC compró una participación del 27 por ciento en 2018, está en pausa durante la duración del Seis Naciones. La firma también posee una participación minoritaria significativa en la United Rugby Championship, un torneo anual que cuenta con equipos de Irlanda, Italia, Escocia, Sudáfrica y Gales.
Tom Harrison, director ejecutivo de Six Nations Rugby, dice que el rugby está superando su estructura fragmentada © Victoria Jones/PA
Clarry dijo al Financial Times que ahora existe un camino hacia un “crecimiento significativo” que retroalimentará al juego de club, con un calendario global alineado para crear un “festival anual” para los fans.
También existía la posibilidad de que los actores clave en el deporte se unieran para formar un “Fórmula 1 del rugby”, con un equipo de gestión único para desarrollar las marcas, las competencias y las plataformas digitales, añadió.
Las posibilidades están siendo exploradas por altos cargos en el deporte, bajo el “Proyecto Amplify”, según tres personas con conocimiento del asunto. Las discusiones, que involucran competencias de rugby en las que CVC tiene una participación, también podrían involucrar a otros grupos.
El interés de capital privado en el rugby se extiende más allá de CVC. La firma estadounidense Silver Lake recientemente aumentó su participación en el brazo comercial de New Zealand Rugby al 7.5 por ciento. A pesar de la oposición de la asociación del país para jugadores, la firma enfocada en tecnología, que tiene varias inversiones en deportes, adquirió una participación inicial del 5.7 por ciento por 200 millones de dólares neozelandeses en 2022. Parte de ese dinero se ha utilizado para lanzar NZR+, una plataforma de streaming.
Sudáfrica podría seguir pronto el mismo camino, con una votación prevista para mayo sobre si vender una participación en una nueva entidad comercial a la firma con sede en Seattle Ackerley Sports Group. El acuerdo propuesto para el 20 por ciento en el nuevo negocio recaudaría 75 millones de dólares para SA Rugby.
Al explicar la racionalidad del acuerdo, SA Rugby dijo: “Una asociación de capital privado no solo ofrece un impulso financiero inmediato, sino que también proporciona la experiencia, las redes y los recursos necesarios para mejorar el valor comercial del rugby sudafricano.”
Sin embargo, CVC no la ha pasado fácil. La pandemia golpeó a los clubes de la Premiership, que utilizaron los fondos de CVC para mantenerse a flote en lugar de financiar el crecimiento. Worcester Warriors, Wasps y London Irish colapsaron, reduciendo la liga a 10 equipos en esta temporada. Sin la inversión, los ejecutivos de clubes dicen que la liga misma no habría sobrevivido.
Andrew Umbers, socio gerente de Oakwell Sports Advisory, estima que la pandemia provocó pérdidas de ingresos de más de 250 millones de libras esterlinas para los clubes de la Premiership, más de 200 millones de libras esterlinas para los equipos que compiten en el Seis Naciones, y retrasó la implementación de la estrategia comercial de CVC para el deporte hasta en cuatro años.
Desde que CVC y Silver Lake invirtieron por primera vez en el rugby union, el mercado de los medios para el deporte en directo en Europa también se ha moderado, frustando las aspiraciones de un canal de rugby dedicado en la televisión de pago.
El deporte también enfrenta vientos en contra de la reducción de la participación juvenil y las crecientes preocupaciones sobre los riesgos para la salud asociados con jugar a niveles superiores.
Aunque figuras importantes en el deporte coinciden en que el capital privado es una fuerza de cambio, algunos se quejan de que la reforma ha sido lenta.
“El dial no ha cambiado lo suficiente,” dijo una figura importante en el juego inglés. Otro dijo que “se ha logrado poco progreso” en el tema clave de aumentar el valor de los derechos mediáticos del deporte, con el cambio resultando “mucho más difícil de lo que habían pensado”.
Otros advierten que la cantidad de interesados involucrados podría complicar las ambiciones de CVC de establecer una única empresa de gestión similar a la F1, que la firma poseyó hasta principios de 2017. “Es algo que tiene sentido pero es más fácil decirlo que hacerlo,” dijo un experto en derechos mediáticos.
Otros ven el deporte avanzando en la dirección correcta. El jefe de la Premiership, Simon Massie-Taylor, dijo que aún hay “problemas” en el rugby debido a “cómo están estructuradas las cosas”, pero que el deporte se ha vuelto mucho mejor trabajando juntos.
Clarry también es optimista. Una reorganización del calendario global, que fue presentada por el organismo rector World Rugby en octubre pasado, debería ayudar a limitar los conflictos de horarios entre las ligas domésticas y los eventos internacionales principales. Llegan nuevas competencias, como la Copa de las Naciones en 2026, en un movimiento diseñado para construir audiencias e incrementar los ingresos.
“Este conjunto de medidas resultará en un mejor producto para jugadores, fans y asociados comerciales, y más ingresos para reinvertir en el juego,” agregó Clarry. “Esa es la dirección que estamos tomando.”