Las devastadoras inundaciones que han cobrado cientos de vidas y desplazado a decenas de miles de personas en África Oriental ahora están inundando partes de Masai Mara, una de las reservas naturales de vida salvaje más grandes de África.
El miércoles, el río Telek se desbordó e inundó partes de la reserva natural, afectando a muchos campamentos turísticos. Un portavoz de la Cruz Roja de Kenia, Munir Ahmed, informó que más de 90 personas han sido evacuadas, algunas en helicóptero. Otros huyeron por el agua.
“La situación en Masai Mara es muy grave”, comentó Daniel Ikayo, propietario de una empresa de safaris que opera en la zona. “Hay agua por todas partes”.
Las inundaciones en la reserva se suman a los graves daños causados a los recursos económicos clave en Kenia, incluyendo ganado, cultivos e infraestructura.
“Estamos presenciando un desastre”, afirmó Bryan Adkins, quien dirige un fondo que ayuda a proteger el bosque de Kijabe, también afectado por las inundaciones.
Solo una parte de Masai Mara ha sido afectada, según Mohammed Hersi, director de una empresa de safaris y expresidente de la federación de turismo de Kenia. Sin embargo, Alfred Mutua, ministro de turismo del país, advirtió el miércoles que todos los hoteles y campamentos cerca de ríos y dentro de parques nacionales y reservas deberían prepararse para una posible evacuación en caso de desbordamiento de los ríos.
La temporada larga de lluvias en Kenia, en primavera, no es el momento ideal para el turismo, pero aquellos que están allí ahora han visto sus planes alterados. “La gente no quiere venir aquí para pasear en un lago”, dijo el Sr. Adkins.
El río Telek atraviesa la ruta de la “Gran Migración” desde el Serengeti en Tanzania hasta Masai Mara, y de julio a octubre, más de un millón de ñus y cebras cruzan, un evento que atrae a miles de turistas de todo el mundo.
El lunes, las inundaciones repentinas enviaron un torrente de agua fangosa sobre un área en la región del Valle del Rift en el sur de Kenia, matando al menos a 45 personas, arrasando casas y dañando carreteras. En total, 179 personas han fallecido en Kenia desde que comenzaron las inundaciones, y muchas más han muerto en toda África Oriental. Las inundaciones fueron particularmente mortales en la vecina Tanzania.
Con la expectativa de que las lluvias continúen, la oficina presidencial de Kenia emitió el miércoles una orden de evacuación para las personas que residen en áreas de riesgo, como cerca de ríos, presas y embalses, para que evacúen en 48 horas. Más de 30,000 personas ya han sido desplazadas.
El Sr. Ahmed, de la Cruz Roja, informó que en total, 45 carreteras y más de 370 fuentes de agua fueron destruidas, y más de 600 negocios y 35,000 acres de cultivos resultaron afectados. Residentes locales que dependían de pequeños negocios, como granjas de aguacates o empresas de tractores, perdieron sus medios de vida.
El impacto económico final de las inundaciones de este año aún es incierto, pero según un informe reciente de la Fundación Climática Africana, los eventos relacionados con el cambio climático como inundaciones y sequías han provocado pérdidas del 3 al 5 por ciento del PIB del país de 2010 a 2020.
Según el informe, la frecuencia e intensidad de dichos eventos es probable que aumente.
Los meteorólogos del departamento meteorológico de Kenia advirtieron el miércoles sobre “un aumento en la intensidad de las lluvias en múltiples regiones del país desde el jueves hasta el fin de semana”.
Judson Jones contribuyó con reportajes desde Nueva York.