Muchos iraníes en las redes sociales cuestionaron la afirmación y retrataron sus acciones como parte del movimiento “Mujer, Vida, Libertad” que ha visto a muchas mujeres desafiar públicamente las leyes que las obligan a cubrirse el cabello y usar ropa larga y holgada.
Más de 500 personas fueron asesinadas durante protestas a nivel nacional que estallaron hace dos años después de que una mujer kurda, Mahsa Amini, muriera en custodia policial después de ser detenida por no usar el hiyab “correctamente”.
El canal de Telegram del Boletín Amirkabir – que se describe a sí mismo como “medios del movimiento estudiantil iraní” y fue el primero en publicar la historia – informó que la mujer tuvo un altercado con agentes de seguridad por no usar un pañuelo en la cabeza, lo que llevó a desvestirse durante la pelea.
Dijo que la cabeza de la mujer golpeó la puerta o el marco del auto de agentes de paisano mientras era detenida, causando que sangrara, y que fue llevada a un lugar no revelado.
Testigos le dijeron a BBC Persa que la mujer entró a su clase en la Universidad Azad y comenzó a filmar a los estudiantes. Cuando el profesor se opuso, se fue gritando, dijeron.
Según testigos, la mujer le dijo a los estudiantes: “He venido a salvarles”.
Los medios iraníes, por su parte, publicaron un video de un hombre con el rostro borroso que afirmaba ser el ex marido de la mujer y pedía al público que no compartiera el video por el bien de sus dos hijos. BBC Persa no ha podido verificar las afirmaciones del hombre.
“Cuando protesté contra el hiyab obligatorio, después de que las fuerzas de seguridad me arrestaran, mi familia fue presionada para declararme mentalmente enferma”, dijo Azam Jangravi, activista de derechos de las mujeres con base en Canadá, quien huyó de Irán después de ser condenada a tres años de prisión por quitarse el pañuelo durante una protesta en 2018.
“Mi familia no lo hizo, pero muchas familias bajo presión lo hacen, pensando que es la mejor manera de proteger a sus seres queridos. Así es como la República Islámica intenta desacreditar a las mujeres, cuestionando su salud mental”, agregó.
Amnistía Internacional dijo que Irán “debe liberar de inmediato y sin condiciones a la estudiante universitaria que fue arrestada violentamente”.
“Mientras espera su liberación, las autoridades deben protegerla de la tortura y otros malos tratos, y garantizar el acceso a su familia y a un abogado. Las acusaciones de golpizas y violencia sexual contra ella durante el arresto necesitan investigaciones independientes e imparciales. Aquellos responsables deben rendir cuentas”, agregó.
El Relator Especial de la ONU sobre Irán, Mai Sato, publicó las imágenes en X y escribió que estaría “monitoreando este incidente de cerca, incluida la respuesta de las autoridades”.
Narges Mohammadi, una laureada con el Premio Nobel de la Paz iraní que actualmente está encarcelada en Irán, emitió un comunicado en el que expresaba su grave preocupación por el caso.
“Las mujeres pagan el precio por desafiar, pero no nos doblegamos ante la fuerza”, dijo.
“La estudiante que protestó en la universidad convirtió su cuerpo – largo tiempo utilizado como una herramienta de represión – en un símbolo de disidencia. Pido su libertad y el fin del hostigamiento a las mujeres”.