El fin de semana, Hungría, el último obstáculo que impide la entrada de Suecia en la OTAN, le dio la espalda a Estados Unidos al rechazar reunirse con una delegación bipartidista de senadores que habían ido a presionar al gobierno del primer ministro Viktor Orban para que apruebe rápidamente la entrada de la nación nórdica en la alianza militar.
La negativa, que el senador Chris Murphy, demócrata de Connecticut, describió el domingo como “extraña y preocupante”, representó el último esfuerzo de Orban, un firme defensor de la soberanía nacional, para mostrar que no se someterá a la presión externa sobre la largamente retrasada expansión de la OTAN.
A pesar de tener solo 10 millones de habitantes y representar solo el 1 por ciento del producto económico de la Unión Europea, Hungría bajo el liderazgo de Orban ha hecho de la desafianza a países más poderosos su filosofía rectora. “Hungría antes que todo”, dijo Orban el sábado al final de un discurso a la nación en el que dijo que la política de Europa de apoyar a Ucrania había “fracasado espectacularmente”.
Los legisladores del partido gobernante Fidesz de Orban y los ministros del gobierno declinaron reunirse con los senadores estadounidenses visitantes, todos ellos sólidos partidarios de Ucrania.
“Lamentablemente, debo decir que nadie del gobierno quiso reunirse con nosotros mientras estuvimos aquí”, dijo el domingo la senadora Jeanne Shaheen, demócrata de New Hampshire y copresidenta del Grupo de Observadores de la OTAN del Senado, en una conferencia de prensa.
Hablando un día antes en Budapest, la capital de Hungría, Orban reafirmó su compromiso anterior, hasta ahora incumplido, de dejar entrar a Suecia en la alianza lo antes posible. “Estamos en camino de ratificar la adhesión de Suecia a la OTAN al comienzo de la sesión parlamentaria de primavera”, dijo.
Orban, cuyo partido tiene una amplia mayoría en el Parlamento y controla cuándo se reúne y cómo vota, no dio una fecha, pero se espera que los legisladores se reúnan a fines del mes después de un receso invernal. Los legisladores de Fidesz boicotearon una sesión del Parlamento convocada a principios de este mes por la oposición para ratificar la membresía de Suecia en la OTAN.
Después de más de 18 meses de dilaciones, Hungría ha estado bajo intensa presión de Estados Unidos y otros miembros de la alianza de 31 naciones para aceptar a Suecia, cuyo ejército es mucho más grande y sofisticado que el de Hungría.
Como señal de creciente frustración, los senadores visitantes, incluido Thom Tillis, republicano de Carolina del Norte, dijeron que presentarían una resolución en el Senado instando a Hungría a dejar de dilatar y expresando preocupación sobre el retroceso democrático bajo Orban, que ha presidido un sistema cada vez más autoritario.
Hungría se convirtió en el último obstáculo para la admisión de Suecia después de que el Parlamento de Turquía votara el mes pasado para aprobar su membresía.
Los estadounidenses visitantes expresaron optimismo en que Orban cedería pronto a admitir a Suecia, al igual que lo hizo el mes pasado, después de meses de obstrucción, al aprobar un paquete de ayuda de la Unión Europea a Ucrania por valor de $54 mil millones. “Tenemos esperanzas y somos optimistas de que esto sucederá el 26 cuando se reúna el Parlamento”, dijo Shaheen.
Tillis instó a Hungría, que se ha opuesto a enviar armas a Ucrania y mantiene relaciones cordiales con el presidente de Rusia, Vladimir V. Putin, a entender que “las acciones de Putin son la razón por la que estamos expandiendo la OTAN”. Cada miembro de la alianza, dijo, “debería entender que la respuesta a la hostilidad de Vladimir Putin debería ser una OTAN más fuerte, y no hay mejor manera de hacerlo que admitiendo a Suecia”.
La inacción de Hungría ha causado gran desconcierto, especialmente en Suecia, que ha proporcionado a este país nórdico aeronaves de combate suecas que forman la columna vertebral de su fuerza aérea. Medios de comunicación pro-gubernamentales en Hungría han sugerido que Orban está esperando para obtener un mejor trato en aviones de combate Gripen hechos en Suecia. Pero los diplomáticos ven esto como una historia en gran parte inventada para explicar retrasos que han dañado seriamente la reputación de Hungría como aliado confiable y no le han dado beneficios claros a cambio.
Este mes, el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el senador Benjamin L. Cardin de Maryland, calificó a Orban como “el miembro menos confiable de la OTAN” y planteó la posibilidad de imponer sanciones a Hungría por bloquear la expansión.
Hungría aprobó la entrada de Finlandia en la OTAN en marzo pasado, solo unos meses después que otros países, pero se ha estancado en Suecia desde el verano de 2022. Ha ofrecido explicaciones a menudo cambiantes, citando problemas de horario, críticas en Suecia a la violación de Hungría de las normas democráticas, y material didáctico utilizado en escuelas suecas que los funcionarios de Fidesz consideraron como falta de respeto a Hungría. La razón más reciente es que el primer ministro sueco aún no ha visitado Budapest para negociar con Orban.
El embajador de Estados Unidos en Hungría, David Pressman, dijo que la visita de los senadores “subraya la urgencia del momento” y que tenía la esperanza de que Hungría siguiera a todos los demás miembros de la OTAN en aceptar a Suecia.
Pero, en una entrevista, Pressman lamentó que el gobierno húngaro “evidenciara, como lo hizo la delegación congresual bipartidista que estuvo aquí hoy, haber optado por interactuar con funcionarios de Estados Unidos de una manera única entre nuestros aliados”.