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El sindicato que representa a los trabajadores de fábrica de Boeing que actualmente están en huelga en el noroeste del Pacífico dijo que las conversaciones contractuales “se rompieron” con la empresa después de su última sesión de negociación.
En una actualización publicada en las plataformas de redes sociales X y Facebook, un distrito regional de la Asociación Internacional de Trabajadores de la Industria Aeroespacial y Mecánica afirmó el viernes por la noche que Boeing “no se comprometió sustancialmente” en cuestiones clave importantes para los miembros, como salarios más altos, y no cedió en las demandas para restablecer una pensión de beneficio definido que fue eliminada hace 10 años.
No se programaron más fechas de negociación después de la sesión del viernes liderada por mediadores federales, dijo el Distrito 751 de IAM. El sindicato agregó que seguía “abierto a conversaciones con la empresa, directas o mediadas”.
En un comunicado enviado a The Associated Press el sábado, Boeing dijo que estaba “preparado para reunirse en cualquier momento”, comprometido a negociar de buena fe y deseaba alcanzar un acuerdo lo antes posible.
La gigante del sector aeroespacial emitió el lunes lo que denominó su “mejor y última” oferta. La propuesta incluía aumentos salariales del 30% en cuatro años, frente al 25% en un acuerdo que los miembros del sindicato rechazaron abrumadoramente cuando votaron la huelga el 12 de septiembre, pero aún muy por debajo de la demanda original del sindicato del 40% en tres años.
Boeing enfureció a los líderes sindicales al anunciar la oferta revisada a sus trabajadores en huelga a través de los medios de comunicación y establecer un plazo de ratificación para el viernes por la noche. Ante las críticas, Boeing cedió y concedió más tiempo al sindicato. Sin embargo, muchos trabajadores han mantenido que la última oferta no era lo suficientemente buena.
La huelga de casi 33,000 mecánicos ahora está en su tercera semana, y las negociaciones también se estancaron anteriormente en la huelga que ha detenido la producción de los aviones más vendidos de Boeing. La huelga no interrumpirá los vuelos de las aerolíneas pronto, pero ha aumentado la presión sobre una empresa que ya ha enfrentado una serie de desafíos financieros, legales y mecánicos este año.
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