La filmación del asesinato de Sinwar fue analizada por la BBC, y la casa en la que fue visto por última vez fue una de las pocas edificios parcialmente destruidos en un barrio con daños extensos.
El asalto israelí a Rafah en mayo fue recibido con fuertes críticas internacionales, y desencadenó el éxodo de más de un millón de palestinos, según la ONU.
Muchos se vieron obligados a mudarse por segunda o tercera vez, ya que se refugiaban en y alrededor de Rafah después de ser desplazados de otras partes de Gaza.
El Sr. Abo Taha dijo que construyó su hogar en Rafah él mismo con la ayuda de sus hermanos. Costó unas 200,000 shekels (£41,400) y estaba en buenas condiciones cuando se fue, dijo.
Describió los sofás naranjas de su hogar y un plato naranja, recordando la última vez que los vio cuando huyó de su hogar.
“Estos son recuerdos porque algunos de ellos fueron traídos por mi mamá y son muy preciosos para mí”, dijo.
“Lo que sucedió me ha entristecido mucho, la casa que construí y todos mis pagos se han ido”, dijo. “Solo Dios puede compensarnos”.