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Los estadounidenses menores de 30 años reportaron niveles más bajos de felicidad de 2021 a 2023 que aquellos mayores de 60 años, según el Informe Mundial de la Felicidad de este año.
Los expertos postulan que la miseria de la Generación Z podría deberse a llegar a la mayoría de edad durante la pandemia de Covid-19, entrar en un clima político polarizado y heredar una Tierra que se calienta rápidamente.
En su nuevo libro “La Generación Ansiosa: Cómo la Gran Reestructuración de la Infancia está Causando una Epidemia de Enfermedades Mentales,” el autor Johnathan Haidt señala otro culpable: los teléfonos inteligentes. Haidt es un psicólogo social en la Escuela de Negocios de la Universidad de Nueva York.
Zach Rausch, investigador principal de Haidt y científico investigador asociado en la Escuela de Negocios Stern de NYU, dice que los niños que tuvieron acceso a las redes sociales e iPhones en la escuela primaria y secundaria reportan niveles más altos de ansiedad y depresión.
“Los mayores efectos de las redes sociales ocurrieron durante la pubertad, especialmente al principio,” dice él. “De los 9 a los 15 años es donde el daño más significativo parece ser el más claro.”
Para frenar el acoso escolar, la comparación social y la depresión en los adolescentes, Haidt y Rausch idearon cuatro sugerencias:
No smartphones para los niños antes de la secundaria – darles solo teléfonos con tapa en la secundaria.No redes sociales antes de los 16 años.Hacer que las escuelas no permitan los teléfonos.Dar a los niños mucho más juego libre e independencia, incluyendo más y mejores recreos.
Un padre puede tener control sobre cuándo darle a su hijo un teléfono o permitirles usar Instagram, pero algunos de los cambios más estructurales, como hacer que las escuelas estén libres de teléfonos y priorizar los recreos, no pueden implementarse tan rápidamente.
Si quieres hacer un cambio hoy que impacte positivamente en la salud de tu hijo, Rausch dice que comiences hablando con los padres de los amigos de tus hijos.
‘Los adolescentes y los padres están atrapados en un dilema social’
“Los adolescentes y los padres están atrapados en un dilema social,” dice Rausch. “Para cualquiera que trate de alejarse de sus dispositivos o de las redes sociales, terminan en una desventaja bastante severa. Aumentan el riesgo de estar aislados, excluidos de sus amigos. Y ningún padre quiere ser el único en decir, ‘Oye, no puedes estar en tu dispositivo.'”
Sin embargo, si los mejores amigos de tus hijos también tienen un acceso limitado o nulo a los teléfonos inteligentes, se sentirán menos molestos al renunciar a su teléfono a veces y podrán concentrarse mejor en las conexiones en persona.
“Encuentra un grupo de cinco familias donde puedas establecer estas normas de no smartphones, no redes sociales, y luego trabajen juntos para brindar esa conexión en persona,” dice él.
Al comenzar a implementar reglas en tu propia comunidad, puedes mostrarles a tus hijos los beneficios de no depender de su teléfono para todas las interacciones sociales.
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