El embajador Wood dijo que aprobar la resolución habría enviado un “mensaje peligroso” a Hamas, el grupo armado en guerra con Israel, de que “no hay necesidad de volver a la mesa de negociaciones”. Israel’s UN embajador, Danny Danon, dijo que la resolución “no era un camino hacia la paz, era un mapa hacia más terror, más sufrimiento y más derramamiento de sangre”. “Muchos de ustedes intentaron aprobar esta injusticia. Agradecemos a Estados Unidos por ejercer su veto”, añadió. Hamas, por su parte, acusó a Estados Unidos de ser “directamente responsable” de la “guerra genocida” de Israel en Gaza. Reaccionando al veto, el embajador de China dijo que la gente no podía evitar preguntarse: “¿Las vidas palestinas no significan nada?” Francia dijo que la ley humanitaria internacional estaba siendo pisoteada y la única respuesta debería haber sido un alto al fuego inmediato y permanente. El Reino Unido dijo que quería poner fin a la guerra, detener el sufrimiento en Gaza y asegurar la liberación inmediata de todos los rehenes. Pero la crítica más dura a Estados Unidos vino de fuera de las puertas del Consejo. El director de la ONU de Human Rights Watch (HRW), Louis Charbonneau, acusó a Washington de “una vez más” usar su poder de veto “para garantizar la impunidad de Israel mientras sus fuerzas continúan cometiendo crímenes contra los palestinos en Gaza”. Israel rechaza las acusaciones. La guerra actual estalló después de que milicianos de Hamas irrumpieron en la frontera y atacaron a las comunidades israelíes, matando a unos 1,200 personas, según las cifras de Israel, y llevando a 251 a Gaza como rehenes. Más de 43,920 personas han muerto en Gaza desde entonces, según el ministerio de salud gobernado por Hamas en el territorio.