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El gigante de servicios petroleros SLB está resistiendo la creciente presión para salir de Rusia, diciendo a los inversores que sus operaciones no violan las nuevas sanciones dirigidas al sector petrolero del país.
SLB, anteriormente llamado Schlumberger, dijo el viernes que estaba revisando las estrictas reglas emitidas por la administración Biden la semana pasada que prohíben la prestación de servicios petroleros estadounidenses en Rusia. Sin embargo, el director ejecutivo de la compañía, Olivier Le Peuch, dijo a los inversores en una conferencia telefónica que creía que en este momento sus operaciones “se alineaban con las nuevas sanciones”.
La compañía con sede en Houston agregó que la contribución de sus operaciones rusas cayó al 4 por ciento de sus ingresos globales en 2024, o alrededor de $1.4 mil millones, desde el 5 por ciento del año anterior.
SLB está siendo presionada nuevamente por legisladores estadounidenses para retirarse de Rusia después de la emisión de las nuevas sanciones que tienen como objetivo restringir el flujo de petrodólares utilizados para financiar la guerra del Kremlin en Ucrania. En octubre, un grupo bipartidista de más de 50 miembros del Congreso escribió a la administración Biden exigiendo sanciones más estrictas a las empresas de servicios petroleros con sede en EE. UU. que operan en Rusia, con el fin de forzar a SLB a salir del país.
SLB es una de las pocas compañías petroleras con sede en EE. UU. que aún operan en el país tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú en febrero de 2022. Los dos mayores rivales occidentales de la compañía, Baker Hughes y Halliburton, vendieron sus operaciones rusas a gerentes locales en 2022.
Le Peuch dijo a los analistas que SLB había tomado medidas voluntarias para reducir sus actividades en Rusia, incluyendo la suspensión de envíos de productos y tecnología al país desde todas las instalaciones de SLB en todo el mundo en 2023.
“Estamos revisando las nuevas sanciones y, en este momento, creemos que nuestras medidas voluntarias se alinean con las nuevas sanciones”, agregó.
Una investigación del Financial Times el año pasado encontró que SLB había firmado nuevos contratos, publicitado más de 1.000 trabajos e importado equipos a Rusia desde que sus competidores abandonaron el país.
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Los proveedores de servicios petroleros llevan a cabo gran parte del trabajo menos glamuroso de la industria petrolera y gasífera global, desde construir carreteras y tender tuberías hasta perforar pozos y bombear crudo. Pero también proporcionan acceso a tecnologías sofisticadas que son vitales para apoyar la exploración y el desarrollo de operaciones de perforación complejas.
Expertos de la industria petrolera dicen que SLB se muestra reacia a abandonar Rusia porque probablemente será recompensada por el Kremlin con contratos cuando termine la guerra contra Ucrania y se levanten las sanciones occidentales.
Grupos de derechos humanos y el gobierno ucraniano alegan que el trabajo de SLB en Rusia ayuda a generar miles de millones de dólares en ingresos petroleros para apoyar el esfuerzo de guerra del Kremlin. El año pasado, la Agencia Nacional de Prevención de la Corrupción de Ucrania añadió a SLB a una lista negra de “patrocinadores internacionales de la guerra”.
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