(Bloomberg) — Glencore Plc informó de una fuerte caída en sus beneficios anuales y redujo su dividendo, después de que los mercados se alejaran de los picos de precios y las oscilaciones salvajes que impulsaron las ganancias significativas tras la invasión de Rusia a Ucrania.
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Glencore informó de ganancias básicas de $17.100 millones, la mitad de la cifra récord que publicó hace un año, aunque sigue siendo una de sus mejores actuaciones. El comerciante de productos básicos y minero vio cómo sus beneficios se disparaban en 2022 debido a la invasión de Rusia a Ucrania, que llevó los precios de la energía a máximos históricos y dislocó los flujos del comercio mundial, pero muchas de esas presiones ahora se han aliviado. Glencore cayó un 5.2% en la negociación en Londres a las 8:42 a.m.
Glencore redujo su dividendo a $1.600 millones y por primera vez en varios años no ha anunciado un nuevo programa de recompra de acciones. La empresa había estado destinando grandes retornos a sus accionistas en los últimos años, llegando a anunciar un pago combinado de $7.100 millones en esta época el año pasado, pero ahora está temporalmente enfocada en gestionar sus niveles de deuda después de acordar la compra del negocio de carbón de Teck Resources Ltd.
El negocio comercial de productos básicos de Glencore también informó de una fuerte caída en las ganancias a medida que la volatilidad en la que prosperan sus operadores comenzó a disminuir. La unidad ganó $3.500 millones el año pasado, frente a los $6.400 millones récord de 2022. La caída fue impulsada por una disminución del 67% en las ganancias del comercio de energía, mientras que los operadores de metales de la empresa vieron un pequeño aumento.
Caída del níquel
La caída de las ganancias del grupo fue impulsada por precios más bajos de la energía, especialmente para el carbón, que ha sido un motor clave de beneficios en los últimos años. Los beneficios energéticos de los activos propios de la empresa cayeron a $8.500 millones desde los impresionantes $18.600 millones del año pasado, que superaron el total de sus ganancias en 2023.
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Glencore, que ha tratado de posicionarse como productor de los metales necesarios para descarbonizar la economía global, también se ha visto atrapada en la debacle de muchos de los productos básicos en los que la industria estaba más optimista. Los precios del níquel cayeron un 45% el año pasado, golpeados por un aumento en el suministro de Indonesia, mientras que el cobalto también se desplomó. Otros metales como el cobre también han dejado mucho que desear en medio de una economía china tambaleante.
La empresa registró $2.500 millones en amortizaciones al cerrar el año, incluidos $762 millones en su mina de cobre y cobalto Mutanda en la República Democrática del Congo.
“Aunque el entorno macroeconómico actual sigue siendo desafiante, se espera que el crecimiento económico mundial toque fondo en 2024”, dijo el director ejecutivo Gary Nagle. “Se espera que los recortes de tasas de interés y la correspondiente reposición a lo largo de la cadena de suministro mejoren las condiciones de demanda en los mercados occidentales más adelante en el año”.
Glencore acordó comprar el negocio de carbón de cok de Teck en noviembre, poniendo fin a una saga que duró meses y que comenzó como una amarga oferta de adquisición por parte de la empresa de productos básicos. Una vez que Glencore haya completado el acuerdo, planea escindir la unidad de carbón recién combinada.
El acuerdo de carbón de Teck “será transformacional para Glencore, pero la empresa se encuentra algo estancada hasta que se complete ese trato”, dijo el analista de Jefferies Christopher LaFemina.
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