Geert Wilders, el político de extrema derecha que ganó una victoria sorprendente en las últimas elecciones holandesas, dijo el miércoles que estaba dispuesto a renunciar a convertirse en primer ministro de los Países Bajos, al menos por el momento, en un esfuerzo por aumentar las posibilidades de formar una coalición de derecha.
Durante mucho tiempo considerado un anatema por los políticos moderados, el Sr. Wilders ha estado en el centro de las negociaciones de coalición en los meses posteriores a su victoria electoral decisiva en noviembre. Aunque es altamente improbable que sea el próximo primer ministro, otros partidos han roto un tabú que estaba vigente desde 2012: tendrán que encontrar una manera de gobernar con el Partido por la Libertad de Wilders en alguna forma.
“Solo puedo convertirme en primer ministro si TODOS los partidos de la coalición lo apoyan. Eso no fue el caso”, escribió en redes sociales. También añadió que quería un gabinete de derecha y menos inmigración.
“El amor por mi país y por los votantes es grande”, escribió, “y más importante que mi propia posición.”
La decisión de Wilders aumenta la posibilidad de una coalición de derecha en la que su partido jugará un papel, algo que durante mucho tiempo fue impensable en los Países Bajos, que ha sido considerado una de las democracias más liberales de Europa Occidental.
La alianza probablemente no será una coalición mayoritaria tradicional, en la que los mayores partidos del país formen una mayoría en la Cámara de Representantes, acuerden un arreglo de coalición y comiencen a gobernar juntos.
Wilders ha estado negociando una forma de formar un gobierno con el Partido Popular por la Libertad y la Democracia, un partido de centro-derecha que gobernó en los últimos 13 años; el Movimiento Cívico de los Agricultores, un partido populista pro-agricultores; y el Nuevo Contrato Social, un nuevo partido centrista.
Juntos, estos cuatro partidos tienen 88 escaños en la Cámara de Representantes, una mayoría cómoda, pero los líderes de los partidos no llegaron a un acuerdo sobre cómo trabajar juntos bajo el liderazgo de Wilders.
Los cuatro partidos han señalado que están dispuestos a trabajar juntos en una forma diferente: un gabinete que incluya a políticos externos. La elección de esta estructura, en lugar de una coalición mayoritaria tradicional, tiene como objetivo crear más distancia entre el gabinete y el Parlamento, dijo Simon Otjes, profesor asistente de política holandesa en la Universidad de Leiden.
De una forma u otra, los otros partidos de la coalición tendrán que encontrar una forma de trabajar con el Partido por la Libertad de Wilders.
Todavía es demasiado pronto para saber quién será el nuevo primer ministro de los Países Bajos, pero podría ser un político experimentado que avance una agenda de derecha. Wilders continuará sirviendo como líder de su partido en la Cámara de Representantes.
La decisión de Wilders es un gesto hacia los otros partidos, dijo Janka Stoker, profesora de liderazgo y cambio organizacional en la Universidad de Groningen. “Se podría llamar un gesto de liderazgo.”
Wilders ganó las elecciones nacionales de forma convincente en noviembre. Casi una cuarta parte de los votantes holandeses eligieron su partido, que obtuvo 37 de los 150 escaños en la Cámara de Representantes, una gran cifra según los estándares de un sistema de partidos holandés que se basa en el consenso y la construcción de coaliciones.
Wilders, que fundó su Partido por la Libertad en 2006, es uno de los políticos más conocidos de los Países Bajos y el miembro con más tiempo en la Cámara de Representantes, donde ha servido desde 1998. Durante unas dos décadas, ha sido un miembro fijo de la oposición.
Wilders ha dicho que quiere terminar con la inmigración procedente de países musulmanes, gravar los pañuelos en la cabeza y prohibir el Corán. Ha calificado a los inmigrantes marroquíes de “escoria”. Aunque se ha negado a retractarse de comentarios anteriores, Wilders ha prometido que respetará la Constitución holandesa durante las negociaciones de coalición y ha dicho que pospondrá algunos de sus planes más controvertidos, e inconstitucionales, desde las elecciones de noviembre.
Las negociaciones para formar el próximo gobierno continuarán en las próximas semanas y meses, y los expertos advierten que aún pueden ocurrir muchas cosas a medida que continúen las conversaciones.
“Aún es especulativo”, dijo la Dra. Stoker. “Pero en la situación actual, esto es un avance”.
Unas horas después de anunciar que renunciaría a la posibilidad de convertirse en primer ministro por el momento, Wilders mantuvo viva la esperanza para sus seguidores que podrían haberse sentido decepcionados con su anuncio.
“Y no olviden: todavía seré el primer ministro de los Países Bajos”, escribió. “Con el apoyo de aún más holandeses. Si no es mañana, entonces pasado mañana.”