Por Marcela Ayres
BRASILIA (Reuters) – Se espera que el gobierno de Brasil flexibilice su objetivo fiscal para 2025 aunque seguirá apuntando a un superávit, informaron el lunes dos fuentes familiarizadas con el asunto a Reuters.
El gobierno del presidente de izquierda Luiz Inacio Lula da Silva actualmente tiene como objetivo un superávit primario del 0,5% del producto interno bruto (PIB). Debe fijar el objetivo fiscal del próximo año antes del 15 de abril como parte del proyecto de directrices presupuestarias que envía al Congreso.
Sin embargo, el gobierno ha tenido dificultades para estabilizar la creciente deuda pública del país a pesar de sus esfuerzos por aumentar los ingresos.
Existe una “diferencia significativa de ingresos” entre las proyecciones actuales de las cuentas públicas para el próximo año y lo necesario para lograr el superávit primario del 0,5% del PIB, según la primera fuente, que habló bajo condición de anonimato.
La segunda fuente dijo que el ajuste estaría “en el ámbito del equilibrio hacia territorio positivo”, eliminando la incertidumbre asociada con posibles medidas agresivas de aumento de impuestos en busca del objetivo anterior que podría afectar a la economía.
El periódico local Folha de S. Paulo informó el lunes que el Gobierno estaba considerando reducir el objetivo de superávit primario a entre el 0% y el 0,25% del PIB.
El Ministro de Economía, Fernando Haddad, y otros miembros del gabinete discutirán el asunto el martes y miércoles, con un anuncio probable la próxima semana, dijo Dario Durigan, subsecretario de Haddad, en un evento en Sao Paulo el lunes.
Haddad dijo a los periodistas que todavía hay incertidumbre sobre el objetivo fiscal de 2025, refiriéndose a los impactos de los proyectos de ley del Congreso en las cuentas públicas.
Cuando introdujo un nuevo marco fiscal que limita el crecimiento del gasto al 70% del aumento de los ingresos pero permite una expansión mínima del 0,6% y una máxima del 2,5% por encima de la inflación cada año, el Gobierno de Lula estableció que junto a estas reglas, debería seguir persiguiendo objetivos presupuestarios primarios.
El gobierno fijó el objetivo de eliminar el déficit primario este año y señaló un superávit primario del 0,5% del PIB en 2025 y del 1% del PIB en 2026, con un margen de tolerancia de un cuarto de punto porcentual a cada lado.
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Ahora, debe formalizar el objetivo de 2025 en un proyecto de directrices presupuestarias y hacer una nueva previsión para los próximos dos años.
Los economistas privados encuestados semanalmente por el banco central están pronosticando un déficit primario del 0,7% del PIB este año, seguido de un déficit del 0,6% en 2025.
(Reporte de Marcela Ayres; reporte adicional de Fernando Cardoso en Sao Paulo y Victor Borges en Brasilia; edición de Paul Simao y Stephen Coates)