¿Fue odio hacia las mujeres? Australia pregunta tras una oleada de apuñalamientos.

Frente al complejo, que permaneció cerrado, un flujo constante de dolientes continuó dejando flores el lunes, añadiéndose a una gran pila que había crecido hasta extenderse a través de múltiples locales. Muchos de los visitantes eran grupos de mujeres – madres e hijas tomadas de la mano, amigas secándose las lágrimas mutuamente, mujeres que parecían abrazar un poco más fuerte a sus hijas pequeñas.

La Sra. Aravanopoulos y su hija, Alexia Costa, estaban entre quienes dejaban flores. Habían regresado para recuperar su coche, el cual había sido inaccesible en el centro comercial acordonado desde el sábado.

La Sra. Aravanopoulos, de 55 años, dijo que se sentía particularmente culpable por el peligro del sábado porque había insistido en que la pareja fuera de compras esa tarde, a elegir un vestido para el próximo 21 cumpleaños de su hija. Como mujer que trabaja en el campo dominado por hombres de la construcción, ha criado a sus hijas para que nunca retrocedan y siempre se defiendan, afirmó.

“Piensan que las mujeres no van a luchar de vuelta”, dijo.

Con la creencia de que el atacante estaba señalando a las mujeres, expresó que le estremecía pensar qué hubiera pasado si las jóvenes gerentes de tienda no hubieran actuado rápidamente y bajado las persianas.

“Era una tienda llena de mujeres, y las gerentes fueron nuestras heroínas”, recordó.

Simone Scoppa, de 42 años, también estaba en el memorial el lunes y dijo que la ola de apuñalamientos fue solo el último episodio dirigido a las mujeres que la hace mirar por encima del hombro mientras pasea a su perro de noche, incluso en su vecindario suburbano, y sostener las llaves en su mano como arma defensiva por si acaso.

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El hecho de que el centro comercial fuera el lugar del ataque también hace que las mujeres se sientan vulnerables, señaló.

“¿Dónde va a estar la mayoría de las mujeres un sábado por la tarde?” dijo la Sra. Scoppa. “Ves a los padres y esposos en los sillones cuidando las bolsas, y a las madres amamantando.”

Yan Zhuang contribuyó a la cobertura.