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Ford está cancelando sus planes de fabricar un vehículo utilitario deportivo eléctrico de tres filas, advirtiendo que la decisión podría costarle hasta $1.9 mil millones en la última señal de los fabricantes de automóviles de EE. UU. ajustándose a una demanda más lenta de lo esperado de vehículos eléctricos costosos.
El grupo con sede en Michigan dijo el miércoles que su SUV eléctrico planeado no sería capaz de ser rentable dentro de un año después de su lanzamiento, debido a un mercado segmentado y la reticencia de los consumidores convencionales a pagar precios más altos por vehículos eléctricos.
“Estos vehículos deben ser rentables, y si no son rentables basados en dónde está el cliente y en dónde está el mercado, tomaremos esas decisiones difíciles”, dijo el director financiero John Lawler.
La empresa también dijo que reducirá el porcentaje de su gasto de capital anual destinado exclusivamente a vehículos eléctricos del 40 por ciento al 30 por ciento.
Las decisiones de Ford se producen a medida que el ritmo de adopción de vehículos eléctricos se ha desacelerado entre los consumidores que, a diferencia de la primera ola de compradores de vehículos eléctricos, se desaniman más por los altos precios y la infraestructura de carga pública insuficiente. Fabricantes como Tesla y Ford han reducido los precios, y el director ejecutivo de Ford, Jim Farley, se ha mostrado preocupado públicamente por la competencia de los vehículos eléctricos de menor precio que están siendo producidos por fabricantes de automóviles chinos, aunque aún no han llegado al mercado estadounidense.
Ford también está lidiando con inversores que se vieron decepcionados por los costos de garantía inesperadamente altos durante el segundo trimestre, lo que hizo que la empresa no cumpliera con las expectativas de Wall Street. Las acciones de la empresa han caído aproximadamente una quinta parte desde entonces, pero se recuperaron alrededor del 1 por ciento en el comercio del mediodía del miércoles a $10.80.
El fabricante de automóviles fabricará el SUV de tres filas como un híbrido en su lugar, mientras la industria automotriz continúa reevaluando una tecnología que muchos habían descartado. Dado que las baterías representan gran parte del costo de un vehículo eléctrico, “cuando se puede reducir el tamaño de la batería, el perfil de beneficios es mejor”, dijo el director de comunicaciones de Ford, Mark Truby.
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Ford tomará una depreciación de $400 millones por activos vinculados a la fabricación que ya figuran en sus libros, dijo Lawler. Podría registrar otra cantidad de $1.5 mil millones en cargos en futuros trimestres por activos que aún no ha recibido pero que están relacionados con el SUV eléctrico de tres filas.
La empresa también dijo que “reajustó” el suministro de baterías para calificar mejor para los créditos fiscales en el Acta de Reducción de la Inflación dirigida tanto a consumidores como fabricantes de EE. UU.
Los planes de Ford “tienen sentido”, dijo el analista de Bernstein Daniel Roeska. Pero “la crítica a la que Ford tendrá que enfrentarse es por qué su plan de productos no fue más flexible desde el principio, por qué ha sido lento en implementar estos cambios, y por qué los inversores tendrán que esperar una actualización completa hasta el próximo año”.
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