Suecia y Finlandia han decidido relajar leyes estrictas que regulan la venta de alcohol, mientras conservan los monopolios estatales más amplios.
El gobierno en Estocolmo pretende permitir lo que llama “ventas de granja”, en las cuales los productores de alcohol ofrecen bebidas directamente a los clientes que visitan.
Mientras tanto, el parlamento de Finlandia ha aprobado la venta de bebidas fermentadas como cerveza, vino y sidra con un contenido de alcohol de hasta el 8% en supermercados, por encima del límite actual del 5.5%.
En Suecia y Finlandia, el alcohol generalmente solo se puede comprar en tiendas de propiedad estatal, o en bares y restaurantes con licencia.
Son los únicos países de la UE que tienen monopolios de alcohol. La práctica de larga data es parte de una tradición nórdica más amplia, y tiene como objetivo limitar el consumo en interés de la salud pública.
Los diputados de Finlandia votaron por 102 a 80 a favor de la ley de bebidas fermentadas, con todos los miembros de un partido en la coalición gobernante, los Demócratas Cristianos, votando en contra.
Aquellos que se oponen a la legislación justificaron su posición por razones de salud, ante el temor de un aumento en el consumo de alcohol.
Las cervezas, vinos y sidras más fuertes estarán disponibles en las tiendas a partir de la próxima semana. Sin embargo, la nueva ley no cubre las bebidas destiladas.
Mientras tanto, el gobierno de centro-derecha de Suecia planea ayudar a los empresarios abriendo ventas en pequeña escala de vino, cerveza, sidra y licores a aquellos que visitan las instalaciones de los productores.
Los ministros dicen que ayudará a crear “grandes recuerdos”.
Se espera que la medida, si es aprobada, entre en vigor en 2025.
Ambas decisiones pueden necesitar ser referidas a la Comisión Europea, para verificar que no violarían las leyes de competencia.
La Comisión ya ha expresado objeciones a la decisión de Finlandia de excluir las bebidas destiladas de su nueva ley.