La policía finlandesa dijo el domingo que habían encontrado huellas que se extienden por decenas de kilómetros en el fondo del Mar Báltico donde se sospecha que un petrolero que transportaba petróleo ruso rompió una línea eléctrica y cuatro cables de telecomunicaciones con su ancla.
El Eagle S, registrado en las Islas Cook, fue abordado por la policía finlandesa y funcionarios de guardacostas el jueves y navegó hacia aguas finlandesas donde la tripulación del petrolero confiscado está siendo interrogada.
Los países del Mar Báltico han estado en alerta máxima después de una serie de cortes en cables eléctricos, enlaces de telecomunicaciones y gasoductos desde que Rusia invadió Ucrania en 2022. La OTAN dijo el viernes que aumentaría su presencia en la región.
Una rotura en el cable eléctrico Estlink 2 de 658 megavatios (MW) entre Finlandia y Estonia ocurrió al mediodía del miércoles, dejando solo el Estlink 1 de 358 MW que conecta a los dos países, dijeron los operadores de red. Dijeron que es posible que el Estlink 2 no vuelva a estar en servicio antes de agosto.
La policía finlandesa sospecha que el Eagle S causó el daño al arrastrar su ancla a lo largo del lecho marino.
Los investigadores han identificado una “huella de arrastre”, pero aún no han encontrado un ancla perdida, dijo Sami Paila, líder táctico e inspector jefe de detective de la Oficina Nacional de Investigación de Finlandia, en un comunicado.
“La huella es de decenas de kilómetros de longitud”, dijo Paila.
Fotos tomadas del Eagle S el viernes mostraron que el barco no tenía su ancla en el lado de babor.
El servicio de aduanas de Finlandia cree que el barco es parte de una “flota fantasma” de petroleros antiguos que se utilizan para evadir las sanciones a las exportaciones de petróleo ruso.
El Kremlin dijo el viernes que la confiscación del barco por parte de Finlandia no le preocupaba mucho.
Rusia ha negado su participación en ninguno de los incidentes anteriores de daños a la infraestructura del Báltico.