Una mujer siria cuyo abuelo, padre y dos hermanos fueron detenidos por el ejército hace casi 12 años le dijo a la BBC que es “devastador” que sus seres queridos sigan desaparecidos, a pesar de que la prisión más famosa del país ha sido vaciada.
“Ahora, a millas de distancia de esa prisión tan brutal, nos estamos agrupando alrededor de pantallas, nuestros corazones suspendidos entre la esperanza y la desesperación”, dijo Hiba Abdulhakim Qasawaad, una joven de 24 años de la ciudad de Homs, en el programa Today de BBC Radio 4.
“Estamos escaneando cada rostro en las imágenes, buscando rastros de nuestros seres queridos. Esto es lo único que podemos hacer.”
El domingo, cuando las fuerzas rebeldes tomaron la capital del país y declararon el fin del gobierno de Bashar al-Assad, las familias se precipitaron hacia la Prisión de Saydnaya fuera de Damasco, donde se dice que se mantenían, torturaban y ejecutaban a opositores políticos.
Pero con los trabajadores de rescate terminando ahora su búsqueda de posibles detenidos en la prisión, algunas familias enfrentan una angustia renovada.
“Ahora la libertad suena como una campana demasiado alta para oídos acostumbrados al silencio”, dijo la Sra. Qasawaad.
“Ahora, con nuestros corazones latiendo rápido, tenemos esta anticipación, alegría y dolor mientras esperamos el momento en que finalmente podamos abrazarlos, libres al fin, pero no sé si podremos volver a verlos, porque ahora estamos divididos entre encontrar respuestas o nunca saberlo del todo.”