Mara Hvistendahl recopiló material de archivo y registros de zoológicos, entrevistó a veterinarios y científicos de todo el mundo y visitó un centro de cría en Chengdu, China. Joy Dong informó desde Hong Kong.
15 de octubre de 2024
Dos pandas regordetes, un macho y una hembra, están programados para llegar desde China esta semana al zoológico nacional de Washington. Si todo sale según lo planeado, eventualmente tendrán crías.
Intercambios como este han ayudado a convertir a los pandas gigantes en el símbolo de la conservación en todo el mundo.
El programa de pandas fue creado con el objetivo declarado de salvar a una especie en peligro de extinción adorada. Los zoológicos pagarían hasta $1.1 millones al año por pareja, lo que ayudaría a China a preservar el hábitat de los pandas. Siguiendo recomendaciones cuidadosamente elaboradas de cría, los zoológicos ayudarían a mejorar la diversidad genética de la especie.
Y algún día, China liberaría pandas en la naturaleza.
Pero una investigación de The New York Times, basada en más de 10,000 páginas de documentos, ha descubierto que las autoridades chinas y los zoológicos estadounidenses han procurado darle una apariencia positiva a un programa que ha luchado y, a menudo, ha fracasado en cumplir esos objetivos. Los registros, fotografías y videos, muchos de ellos de los Archivos de la Institución Smithsonian, ofrecen una historia detallada y sin adornos del programa.
Muestran que, desde el principio, los zoológicos vieron a los cachorros de panda como un camino hacia visitantes, prestigio y ventas de mercancía.
En eso han tenido éxito.
Hoy, China ha retirado más pandas de la naturaleza de los que ha liberado, encontró The Times. Ningún cachorro nacido en zoológicos de Estados Unidos o Europa, o su descendencia, ha sido liberado. El número de pandas salvajes sigue siendo un misterio porque el recuento del gobierno chino es ampliamente visto como erróneo y politizado.
En el camino, pandas individuales han sido dañados.
Debido a que los pandas son conocidos por ser caprichosos en el apareamiento en cautiverio, los científicos recurrieron a la cría artificial. Eso ha matado al menos a un panda, quemado el recto de otro y causado vómitos y lesiones en otros, muestran los registros. Algunos animales estaban parcialmente despiertos durante procedimientos dolorosos. Los pandas en China han alternado entre la conciencia y la inconsciencia mientras eran anestesiados e inseminados hasta seis veces en cinco días, mucho más a menudo de lo que recomiendan los expertos.
La cría en zoológicos estadounidenses ha hecho poco para mejorar la diversidad genética, dicen los expertos, porque China típicamente envía al extranjero animales cuyos genes ya están bien representados en la población.
Aún así, los zoológicos estadounidenses clamor por pandas, y China los proporciona ansiosamente. Los zoológicos obtienen atención y afluencia de público. Los criadores chinos reciben bonificaciones en efectivo por cada cachorro, muestran los registros. A principios de siglo, 126 pandas vivían en cautiverio. Hoy hay más de 700.
Cuidadores de pandas con crías en la Base de Investigación de Cría de Pandas Gigantes de Chengdu, en China, en 2022.
Agence France-Presse – Getty Images
Kati Loeffler, veterinaria, trabajó en un centro de cría de pandas en Chengdu, China, durante los primeros años del programa. “Recuerdo estar allí con los cigarras cantando en el bambú”, dijo. “Me di cuenta de que mi trabajo aquí es convertir el bienestar y la conservación de los pandas en beneficio financiero”.
La Dra. Loeffler, que pasó parte de su tiempo en Chengdu como académica afiliada al Zoológico Nacional de Washington, dijo que los científicos allí usaban la anestesia en exceso y descuidadamente. En un momento, dijo, se rebeló contra el protocolo y saltó a una mesa de examen para acunar a un animal mientras estaba siendo anestesiado.
Kimberly Terrell, que fue directora de conservación del zoológico de Memphis hasta 2017, dijo: “Siempre había presión y la implicación de que los cachorros traerían dinero”. Notó que los administradores del zoológico insistían en inseminar a su panda hembra anciana cada año, a pesar de las preocupaciones de los cuidadores de que era poco probable que tuviera éxito. Nunca lo hizo.
“Las personas que realmente trabajaban día a día con estos animales, que mejor los entendían, estaban bastante en contra de estos procedimientos”, dijo. El zoológico dijo que sus esfuerzos de cría seguían todos los requisitos del programa. (La Dra. Terrell, ahora científica en la Universidad de Tulane en Luisiana, resolvió una demanda de discriminación de género no relacionada contra el zoológico en 2018.)
The Times recopiló documentos clave y materiales audiovisuales de los archivos del Smithsonian y los complementó con materiales obtenidos a través de solicitudes de registros abiertos. El tesoro, que abarca cuatro décadas, incluye registros médicos, notas de campo de científicos y fotografías y videos que ofrecen evidencia crucial de los procedimientos de cría, efectos secundarios y las condiciones en las que se mantenían a los pandas.
Muestran que las técnicas más arriesgadas ocurrieron en la infancia del programa, pero que la cría agresiva continuó en el Zoológico Nacional y en otras instituciones durante años. Un panda en Japón murió durante la recolección de esperma en 2010. Los centros de cría chinos, hasta hace poco, separaban a los cachorros de sus madres para hacer que las hembras volvieran a entrar en celo.
Los pandas llegaron a San Diego este verano, y es probable que más lleguen a San Francisco a principios del próximo año. Hay pandas en un parque safari húmedo en Indonesia y en un domo climatizado en Qatar. Hay tantos pandas en cautiverio en China que se están construyendo varias nuevas atracciones turísticas.
Un panda gigante chino en el Parque Panda en Al Khor, en Qatar, en 2022. A los pandas les gusta los climas frescos, por lo que los dos pandas, Suhail y Soraya, viven en un domo con aire acondicionado.
Denour / Agence France-Presse – Getty Images
Esta proliferación de pandas ha provocado debates entre los trabajadores de zoológicos y científicos sobre si es ético someter a los animales a cría intensiva cuando no tienen perspectivas reales de ser liberados en la naturaleza. Pero esas discusiones han tenido lugar principalmente en privado porque los investigadores y cuidadores de zoológicos dijeron que criticar el programa podría perjudicar su capacidad para trabajar en el campo.
La medicina veterinaria siempre es arriesgada, especialmente con animales salvajes. Cuando la vida de un animal está en peligro, los beneficios de intervenir superan los riesgos. Y cuando una especie está al borde de la extinción, a veces los conservacionistas hacen un esfuerzo desesperado por salvarla.
Pero con los pandas, los administradores de zoológicos toman una y otra vez riesgos simplemente para tener más crías, mientras ocultan los detalles más sombríos al público.
En el centro de esta historia está el Zoológico Nacional, que forma parte de la Institución Smithsonian. Los pandas han sido parte de la imagen del zoológico desde 1972, cuando el presidente Richard M. Nixon intercambió un par de bueyes almizcleros por dos osos después de su histórico viaje a China.
Pero el Smithsonian ha pasado por alto la realidad de la cría artificial, a veces en asociación con el aparato de propaganda chino, muestran los registros.
Pat Nixon, entonces primera dama, dando la bienvenida a los pandas gigantes de China en el zoológico nacional de Washington en abril de 1972. Los pandas han sido parte de la identidad del zoológico desde entonces.
Associated Press
Los zoológicos estadounidenses dicen que mantener y criar pandas ha ampliado la comprensión científica de la especie. “La intervención crítica, incluida la cría de conservación, ha sido necesaria para la supervivencia de los pandas gigantes”, dijo el zoológico de San Diego en un comunicado.
Una portavoz del Zoológico Nacional, Annalisa Meyer, reconoció que los esfuerzos para liberar pandas en la naturaleza aún estaban en desarrollo, y dijo que el éxito del programa no podía medirse en el número de animales liberados. Dijo que los pandas en los zoológicos eran un “seguro contra la extinción” y que la seguridad de los animales era una prioridad.
El dinero y la atención occidentales también han coincidido con la expansión de China de las reservas naturales y reglas de tala más estrictas.
Tener pandas en zoológicos también muestra que la gente de todo el mundo ama y quiere proteger a la especie, dijo Melissa Songer, una bióloga de conservación de Smithsonian.
Los pandas en cautividad son criadores obstinados. Las hembras son fértiles durante, a lo sumo, tres días al año. Los machos pueden ser compañeros agresivos o incompetentes.
Pero en una de las grandes ironías del programa, la búsqueda de salvar a los pandas puede estar dificultando su reproducción.
Los registros muestran que los zoológicos han sabido durante mucho tiempo que mantener a los pandas en cautiverio hacía menos probable que se aparearan. Los pandas gigantes en los zoológicos a menudo tienen una “pérdida de comportamientos normales que resultan en un fracaso reproductivo”, escribió el Zoológico Nacional en una propuesta de investigación inicial.
Heather Bacon, veterinaria en la Universidad de Lancashire Central, en el noroeste de Inglaterra, dijo que los humanos establecen los términos. “Elegimos cómo se reproducen. Si no quieren reproducirse, los hacemos reproducirse”, dijo la Dra. Bacon, directora del Grupo de Cuidado de Osos, que trabaja en estrecha colaboración con los cuidadores de zoológicos. “Y la justificación para eso siempre es, comillas, la conservación. ¿Es una justificación genuina?”
“Porque todo lo que estamos haciendo”, agregó, “es producir más pandas para vivir en cautividad y tener esas mismas experiencias una y otra vez”.
Se suponía que el programa de pandas arreglaría los abusos.
En la década de 1980, China envió pandas por cortos períodos a zoológicos extranjeros, donde montaban bicicletas y empujaban carros, como atracciones de feria. Muchos habían sido capturados en la naturaleza. Se necesitó un juicio para que los reguladores de Estados Unidos intervinieran.
Un panda gigante realizando un acto de equilibrio mientras está en el Zoológico de San Diego en 1987. El programa moderno de préstamo de pandas estaba destinado a prevenir dicho trato de espectáculo secundario.
Don Kohlbauer / San Diego Union Tribune, vía Associated Press
El panda Basi, que actuó en San Diego en 1987, en su 35 cumpleaños en un centro de investigación de pandas en Fuzhou, China, en 2015. Atraía alrededor de 2.5 millones de visitantes durante su estancia de seis meses en Estados Unidos.
Feature China / Future Publishing, a través de Getty Images
Después de años de negociación, los zoológicos estadounidenses y el gobierno chino llegaron a un acuerdo, y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. emitió una política en 1998. Los zoológicos podían alquilar pandas durante una década, y el dinero iría hacia la conservación.
Los científicos estadounidenses y chinos también acordaron estudiar conjuntamente la cría de pandas. La población en cautiverio mostraba signos de endogamia. Los esfuerzos de inseminación artificial habían fallado.
Entonces, a fines de la década de 1990 y principios de la década de 2000, científicos del Zoológico Nacional, del Zoológico de San Diego y de otras instituciones volaron a la provincia de Sichuan en China. Fotografías y registros de archivo revelan detalles de viajes que rara vez se han discutido pero que sentaron las bases de la cría en todo el mundo.
Los investigadores dispararon dardos tranquilizantes a los pandas para anestesiarlos, luego los colocaron en camillas o tablas. Abrigados contra el frío en habitaciones de concreto espartanas, los científicos recolectaron esperma de los machos insertando sondas electrificadas en sus rectos.
Se llamaban a sí mismos el “Equipo de Esperma”.
Esta técnica, llamada electroeyaculación, se usa comúnmente en la cría en cautiverio. Pero los científicos drogaron a algunos de los animales con ketamina no adulterada, un potente sedante que los veterinarios típicamente usan en combinación con otros medicamentos. La ketamina sola puede dejar a un animal ansioso y con dolor, y parcialmente despierto, como reconoció un veterinario del Zoológico Nacional en una presentación en ese momento.
Algunos pandas estaban “ligeros”, lo que significa que estaban insuficientemente anestesiados, y aparent