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Los microbios en la bebida efervescente y fermentada llamada kombucha, realizan varios cambios en la forma en que se metaboliza la grasa en el intestino que son notablemente similares a los observados en períodos de ayuno.
Un antiguo dicho en medicina dice “el ayuno es la cura para todos los males” y aunque esto es ciertamente una exageración, como toda sabiduría de los ancestros, hay granos de verdad contenidos en él.
La mayoría de las personas probablemente pensarán en el ayuno como una penitencia religiosa o un acto político de protesta, pero cuando el cuerpo entra en un estado de ayuno, varios procesos biológicos a priori responsables de la limpieza y reparación de nuestras células y tejidos pueden trabajar sin interferencias de las influencias masivas de los sistemas metabólicos.
Investigadores de la Universidad de Carolina del Norte estudiaron cómo los microbios en el kombucha afectaron el microbioma general del tracto gastrointestinal, y lo que descubrieron destaca por qué millones de personas, incluyendo muchas celebridades, elogian su amor por la bebida efervescente.
A medida que la levadura y las bacterias colonizaban el intestino en el modelo animal de los científicos, la expresión en los genes responsables del metabolismo de los ácidos grasos cambiaba. Específicamente, los cambios codificaban más proteínas que descomponen la grasa, y codificaban menos proteínas que aglomeran grasas en triglicéridos.
Interesantemente, este cambio en la expresión genética es similar a lo que se ve en los cuerpos de personas que están en ayuno.
El Dr. Robert Dowen, quien co-lideró el estudio, describió a su equipo como “sorprendido” al ver que los microbios en el kombucha tenían la capacidad de inducir un estado similar al ayuno incluso durante los períodos de comida.
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Nuestros ancestros no vivían en un entorno rico en calorías como lo hacemos hoy. Las ideas de las “tres comidas al día” y “el desayuno es la comida más importante del día” son concepciones puramente modernas reflejadas en la abundancia de alimentos disponibles, y no tienen base en la biología.
En realidad, el Homo sapiens era capaz de desarrollar un cuerpo atlético fuerte en condiciones en las que las comidas llegaban en incrementos de días en lugar de horas. Como tal, el estado de ayuno debía tener ventajas.
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Junto con aumentar la velocidad a la que las células dañadas eran reparadas y las células muertas eran eliminadas, un proceso llamado apoptosis, el metabolismo cambió hacia la utilización de las reservas de energía en el tejido muscular; un proceso llamado glicólisis.
Al dividir y utilizar las grasas para obtener energía en lugar de almacenarlas, los microbios en el kombucha replican el ayuno.
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