Estados Unidos y países alrededor del mundo condenaron los resultados de las elecciones presidenciales de Venezuela, en las cuales el actual presidente, Nicolás Maduro, declaró la victoria en medio de acusaciones de fraude generalizado.
Notablemente, Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente de Brasil y líder de la izquierda en la región, emitió una declaración cautelosa que no felicitaba al presidente por su victoria.
“El gobierno brasileño celebra la naturaleza pacífica de las elecciones de ayer en Venezuela y está siguiendo de cerca el proceso de recuento,” dijo el Sr Lula en la declaración. “En este contexto, espera la publicación por parte del Consejo Nacional Electoral de los datos desglosados por mesa electoral, un paso indispensable para la transparencia, credibilidad y legitimidad del resultado electoral.”
Y Colombia, liderado por Gustavo Petro, un ex militante de izquierda, también no saludó al Sr. Maduro, sino que pidió que se publiquen los recuentos y que los observadores internacionales que monitorearon la votación informen sus hallazgos.
“Es importante disipar cualquier duda sobre los resultados,” escribió el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo, en X.
La autoridad electoral venezolana, controlada por el gobierno, anunció que los resultados parciales de las elecciones del domingo mostraban que el Sr. Maduro había recibido 51.2 por ciento de los votos y era el claro ganador.
El Sr. Maduro, un ex conductor de autobús y líder sindical que ha estado en el poder por más de 10 años, se enfrentó a Edmundo González, un ex diplomático, a quien la autoridad electoral afirmó que recibió 44.2 por ciento de los votos.
El Sr. González era básicamente un sustituto de una líder de la oposición muy popular, María Corina Machado, que fue descalificada para postularse. Ella calificó los resultados oficiales de “im-po-si-ble.”
“Todos saben lo que pasó,” dijo ella.
Gran parte de la disputa alrededor de las elecciones del domingo se centra en el recuento de votos.
Hay dos en Venezuela, un recuento digital enviado por los centros de votación al organismo electoral del país — que está dirigido por un aliado del Sr. Maduro — y un recuento en papel de los votos emitidos que es impreso por cada máquina de votación en los centros de votación.
Generalmente, los recuentos en papel son cómo las personas pueden verificar que el recuento digital es correcto.
Pero este año, los funcionarios electorales se han negado a entregar la totalidad de los recuentos en papel a los observadores electorales.
La Sra. Machado dijo que la oposición solo había recibido menos de la mitad de los recuentos en papel y esos resultados, que también fueron entregados a los observadores electorales independientes, mostraban al Sr. González como ganador por paliza.
Dos altos funcionarios de EE.UU. que hablaron con periodistas bajo condición de anonimato, de acuerdo con la política de la administración de Biden, pidieron al gobierno venezolano publicar de inmediato resultados detallados por mesa de votación. La comunidad internacional no aceptaría los resultados sin ello, dijo un alto funcionario de EE.UU.
La administración de Biden revisaría su política de sanciones a Venezuela, que restringe la capacidad de Venezuela para vender petróleo en mercados internacionales, dadas las novedades, pero no estaba considerando revocar licencias de petróleo previamente emitidas, dijo otro alto funcionario de EE.UU. a los reporteros en una llamada el lunes.
Al usar sanciones petroleras como palanca, Estados Unidos presionó a Venezuela para celebrar las elecciones.
Según recuentos rápidos y otros datos que la administración de Biden había recibido, los resultados anunciados por Venezuela pueden no “coincidir” con la forma en que votó la gente, dijo el funcionario.
El lunes, el ministro de Justicia de Venezuela, Tarek William Saab, dijo que el gobierno estaba investigando actos de vandalismo contra instalaciones gubernamentales, y dijo que tres líderes de la oposición, incluida la Sra. Machado, estaban bajo investigación por un hackeo del sistema electoral de Venezuela el domingo.
El Sr. Maduro dijo que la oposición estaba preparada para usar una táctica cansada: gritar fraude incluso antes de que se hubieran celebrado las elecciones.
“He visto esta película varias veces,” dijo el Sr. Maduro.
El Sr. Maduro recibió apoyo de líderes de izquierda en Cuba, Nicaragua, Rusia, Bolivia y Honduras, que aplaudieron su victoria.
Pero, en toda América Latina, los líderes de Uruguay, Perú, Panamá, Costa Rica, Ecuador, Argentina y Guatemala todos denunciaron los resultados.
El líder de izquierda de Chile, Gabriel Boric, dijo que la gente tenía razón al ser escéptica.
“El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publican son difíciles de creer,” dijo en X.
Pero Daniel Ortega de Nicaragua, que ha supervisado la erosión de la democracia en su propio país, felicitó al Sr. Maduro por su victoria, y Miguel Díaz-Canel Bermúdez de Cuba dijo que había “derrotado a la oposición proimperialista.”
Vladimir Putin de Rusia dijo que estaba ansioso por fortalecer los lazos entre los dos países. Irán y China también felicitaron al Sr. Maduro por su victoria.
“Las relaciones ruso-venezolanas tienen el carácter de una asociación estratégica,” dijo Putin en un mensaje a Maduro, dijo el Kremlin en un comunicado. “Estoy seguro de que tus actividades como jefe de estado seguirán contribuyendo a su desarrollo progresivo en todas las direcciones.”
Charles Shapiro, un diplomático retirado que fue embajador de EE.UU. en Venezuela durante un golpe de estado en 2002 que derrocó brevemente al mentor de Maduro, el ex presidente Hugo Chávez, dijo que esperaba que los diplomáticos brasileños estuvieran usando su influencia para negociar una solución tras bastidores.
“No hay ningún organismo internacional que revierta esto, pero puedes estar seguro de que los países en América Latina, América del Norte y Europa van a presionar tanto como puedan,” dijo Shapiro.
A diferencia de algunas elecciones pasadas, el organismo electoral de Venezuela no publicó resultados detallados en línea y, de hecho, su sitio web estaba inactivo, alimentando sospechas sobre los resultados.
“Esto es como las películas del oeste que solía ver cuando era niño: las luces se apagaban en el salón, y cuando volvían, un tipo había robado las cartas del otro,” dijo Shapiro. “Es un robo de elección descarado.”
El secretario de Estado Antony Blinken pidió la publicación de una detallada tabulación y dijo que Estados Unidos y la comunidad internacional responderían “conforme.”
“Tenemos serias preocupaciones de que el resultado anunciado no refleje la voluntad o los votos del pueblo venezolano,” dijo Blinken desde Tokio. “La comunidad internacional está observando esto muy de cerca.”
El senador Marco Rubio, republicano de Florida, dijo que el régimen de Maduro había “llevado a cabo la elección más predecible y ridícula en la historia moderna.”
Genevieve Glatsky contribuyó con reportaje desde Bogotá, Colombia.