El Departamento de Justicia está en las etapas finales de una investigación sobre Apple y podría presentar un amplio caso de ley antimonopolio dirigido a las estrategias de la compañía para proteger la dominancia del iPhone tan pronto como la primera mitad de este año, dijeron tres personas con conocimiento del asunto.
La agencia se centra en cómo Apple ha utilizado su control sobre su hardware y software para hacer más difícil que los consumidores abandonen los dispositivos de la compañía, así como para que los competidores puedan competir, dijeron las personas, que hablaron anónimamente.
Los líderes de la oficina antimonopolio del Departamento de Justicia están revisando los resultados de la investigación hasta el momento, dijeron dos de las personas. La agencia se ha reunido con Apple en varias ocasiones, incluso en diciembre, para discutir la investigación. No se ha tomado una decisión final sobre si se debe presentar una demanda o qué debería incluir, y Apple no ha tenido una reunión final con el Departamento de Justicia en la que pueda presentar su caso al gobierno antes de que se presente una demanda.
Un portavoz del Departamento de Justicia declinó hacer comentarios para este artículo. Apple también declinó hacer comentarios.
La compañía ha dicho anteriormente que sus prácticas no violan las leyes antimonopolio. En defensa de sus prácticas comerciales contra críticos en el pasado, Apple ha dicho que su “enfoque siempre ha sido hacer crecer el pastel” y “crear más oportunidades no solo para nuestro negocio, sino también para artistas, creadores, empresarios y todos los ‘locos’ con una gran idea”.
La empresa se enorgullece de la forma en que el iPhone integra hardware y software para crear una experiencia fluida para el cliente. En 2020, Tim Cook, director ejecutivo de Apple, dijo durante su testimonio ante un comité de ley antimonopolio del Congreso que la compañía redefinió los teléfonos móviles con “su experiencia de usuario sin esfuerzo, su simplicidad de diseño y un ecosistema de alta calidad”. Agregó que Apple compitió contra Samsung, LG, Google y otros fabricantes de teléfonos inteligentes, que ofrecen un enfoque diferente.
El caso se sumaría a la creciente presión regulatoria tanto a nivel nacional como en el extranjero que afecta el negocio de Apple, actualmente valorado en $2.83 billones.
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