Una opción más probable sería Turquía. Como miembro de la OTAN pero también un estado mayoritariamente sunita, le daría al grupo una base desde la cual operar en relativa seguridad. En abril pasado, el presidente Erdogan recibió al entonces jefe político de Hamas, Ismail Haniyeh, y su delegación en Estambul, donde hablaron sobre “lo que se debe hacer para garantizar una entrega adecuada e ininterrumpida de ayuda humanitaria a Gaza, y un proceso de paz justo y duradero en la región”.
El movimiento también sería probablemente bien recibido por Ankara, que a menudo ha buscado posicionarse como mediador entre el este y el oeste.
Se piensa que la seguridad personal de la dirigencia de Hamas es ahora una gran preocupación para el grupo, que vio a dos líderes asesinados en menos de cuatro meses. Además de la muerte de Haniyeh en julio, en octubre Israel mató a Yahya Sinwar en Gaza, quien fue el cerebro detrás del ataque de Hamas el 7 de octubre en el sur de Israel.
Según el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, “Hamas ha adoptado un modelo temporal de liderazgo colectivo para mitigar el efecto de futuros asesinatos israelíes”.
El Dr. Hellyer piensa que en ningún lugar “les dará protección contra los intentos de asesinato israelíes de la misma manera que estar en Doha, donde América tiene su base militar más grande en la región, lo hizo”.
El último movimiento se produce cuando los funcionarios estadounidenses parecen estar cada vez más frustrados con el enfoque que ha tomado el gobierno israelí para poner fin a la guerra. En octubre, los secretarios de Estado y Defensa de EE. UU. dijeron que si Israel no permitía más ayuda humanitaria en el territorio en 30 días, se enfrentarían a “implicaciones” políticas no especificadas.
El fin de semana pasado varios funcionarios de la ONU advirtieron que la situación en el norte de Gaza era “apocalíptica”. El sábado, el Comité Independiente de Revisión de la Hambruna dijo que existe una “fuerte probabilidad de que la hambruna sea inminente en las áreas”.
La relación entre Joe Biden y Benjamin Netanyahu se ha deteriorado a lo largo de la guerra en Gaza, con una presión creciente desde Washington para mejorar la situación humanitaria de los palestinos y encontrar algún tipo de acuerdo negociado.