Con la atención nacional centrada en el caos en la frontera sur, el presidente Biden ha estado reconstruyendo de manera constante un camino legal para la inmigración que fue desmantelado durante la administración Trump.
Estados Unidos ha permitido la entrada de más de 40,000 refugiados al país en los primeros cinco meses del año fiscal después de pasar por un riguroso proceso de selección, a menudo de varios años, que incluye verificaciones de seguridad y médicas, así como entrevistas con oficiales estadounidenses en el extranjero.
La cifra representa una expansión significativa del programa de refugiados, que es el corazón de las leyes de Estados Unidos que brindan a personas desesperadas de todo el mundo un medio legal para encontrar refugio seguro en los Estados Unidos.
Estados Unidos no ha otorgado estatus de refugiado a tantas personas en un período tan corto de tiempo en más de siete años. La administración Biden ahora tiene como objetivo permitir la entrada de 125,000 refugiados este año, la cifra más alta en tres décadas, según Angelo Fernández Hernández, un portavoz de la Casa Blanca. En comparación, aproximadamente 64,000 refugiados fueron admitidos durante los últimos tres años de la administración Trump.
“La administración Biden ha estado hablando mucho sobre reasentar a más refugiados desde que Biden asumió el cargo”, dijo Julia Gelatt, directora asociada del Migration Policy Institute, un grupo de investigación no partidista en Washington. “Finalmente estamos viendo el resultado en números más altos”.
Pero a medida que la campaña presidencial se intensifica, los defensores de la inmigración temen que los avances sean eliminados si el ex presidente Donald J. Trump es elegido. El ex presidente ha prometido suspender el programa si vuelve a ocupar el cargo, al igual que lo hizo en 2017 durante 120 días.
El Sr.Trump ha caracterizado al programa como una amenaza a la seguridad, a pesar de que los refugiados pasan por exhaustivos controles de antecedentes y verificación. Reasignó a los oficiales, cerró puestos en el extranjero y redujo el número de refugiados permitidos en el país cada año. El resultado, cuando el Sr. Biden asumió el cargo, fue un sistema carente de recursos.
“El programa de refugiados está en la cuerda floja con esta elección”, dijo Barbara L. Strack, la ex funcionaria principal de refugiados en los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.