Vanessa Buschschlüter
BBC Noticias
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Miles de personas tuvieron que regresar a sus hogares después de que se suspendiera el festival de Viña del Mar
Más de ocho millones de hogares en todo Chile se quedaron sin luz el martes por la tarde después de que una línea de transmisión de electricidad fallara, dejando sin suministro eléctrico a gran parte del país.
En la capital, Santiago, todo el sistema de tren subterráneo se suspendió casi inmediatamente. Miles de personas tuvieron que ser evacuadas y las estaciones quedaron sumidas en la oscuridad.
“Estábamos como sardinas en la oscuridad”, describió un pasajero el momento en que su tren subterráneo quedó varado.
Muchos de los que estaban en ascensores dentro de las estaciones cuando se cortó la energía tuvieron que ser liberados por bomberos.
Una mujer de unos 70 años quedó atrapada en un ascensor entre dos pisos en un edificio en Santiago.
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La mujer estaba visiblemente aliviada cuando los bomberos lograron abrir la puerta del ascensor.
Dijo a los medios locales que había “golpeado la puerta” del ascensor para llamar la atención sobre su situación y sus gritos eventualmente alertaron al conserje.
“Soy valiente, me dije ‘no voy a morir aquí'”, dijo.
Videos compartidos en redes sociales también mostraron a pasajeros del metro usando las linternas de sus teléfonos móviles para encontrar la salida de las estaciones oscuras.
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Los túneles que conducen fuera del sistema de metro de Santiago quedaron sumidos en la oscuridad.
Según Metro de Santiago, la evacuación del metro se completó 90 minutos después del corte de energía, pero la interrupción causada por el apagón continuó por muchas horas más.
Los 150 autobuses adicionales desplegados para transportar pasajeros no fueron suficientes para compensar la suspensión del metro, que transporta un promedio de 2.3 millones de pasajeros cada día.
Se formaron largas filas en las paradas de autobús, donde los pasajeros se pusieron cada vez más enojados cuando los autobuses llenos no se detenían.
Pronto, sus números aumentaron con trabajadores enviados a casa temprano porque la mayoría de las oficinas estaban paralizadas por la falta de electricidad.
“La energía se fue a las 3:00 p. m., así que no tuvimos electricidad en absoluto”, dijo un comerciante en Santiago. “La gente comenzó a cerrar alrededor de las 4 o 5 p. m.”
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Muchas personas hicieron fila en las paradas de autobús, pero muchas más decidieron caminar.
El tráfico en la capital se vio aún más afectado por la falla de varios semáforos.
Un camión chocó con un automóvil en un cruce donde los semáforos estaban apagados y hubo informes de al menos otro accidente también causado por la falta de semáforos funcionales.
Con el embotellamiento empeorando, miles de personas se vieron obligadas a caminar a sus destinos en temperaturas veraniegas de alrededor de 30 Celsius (86 Fahrenheit).
Una de ellas, Sharon Ortiz, una camarera de 28 años, dijo que el sistema de transporte público “colapsó”.
“Llegué al trabajo dos horas tarde, me quedé atrapada en el Costanera [centro comercial] y desde allí tuve que caminar”, dijo.
Algunas personas se subieron a camiones.
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Algunos conductores de camiones ofrecieron llevar a personas.
Restaurantes y cafés estaban entre los negocios afectados por el corte de energía.
Algunos permanecieron abiertos para ofrecer un lugar para descansar a aquellos que caminaban a casa, pero muchos cerraron porque los cajeros automáticos, máquinas de tarjetas y refrigeradores no funcionaban.
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Algunos negocios permanecieron abiertos, pero muchos no pudieron funcionar.
Algunas de las escenas más dramáticas se desarrollaron en Fantasilandia, un parque de diversiones en Santiago, donde al menos una docena de personas quedaron atrapadas en lo alto de una montaña rusa.
El gerente de Fantasilandia dijo que si bien el parque tenía generadores de respaldo, las atracciones no se reiniciarían de inmediato por razones de seguridad.
Los hospitales dependieron de generadores de emergencia para la energía.